Hablan los niños a los que su madre los envenenó con “campeón”. “Mi mamá sirvió tres vasos con jugo de manzana y nos dijo que nos lo tomáramos”
Llenos de energía se encuentran los hermanitos Rosales envenenados por su madre, Yelitza Josefina Peña, el pasado sábado. Ayer, dieron de alta a los pequeños en el Hospital Chiquinquirá. “Ya estoy bien, me siento perfecto y con ganas de salir por allí a jugar”, comentó el niño de 12 años.
Mientras esperaban a su padre, Alexánder Rosales, y la autorización del Consejo de Protección, los hermanitos jugueteaban en el área de Observación I de Pediatría, los supervisaba su madrastra, Lorena Guerrera, quien comentó que los niños se recuperaron rápido y los médicos decidieron darles el alta el pasado lunes, pero faltaba un permiso para podérselos llevar a su casa.
Brincaban de un lado cuando el niño tomó la palabra y dijo: “Creo que ella hizo eso por depresión, porque nosotros vivimos con nuestro padre y no con ella”. Su hermanita lo apoyó. Ambos piensan que por no tenerlos cerca, su madre decidió darles jugo con veneno.
En sus recuerdos
“Mi mamá sirvió tres vasos con jugo de manzana y nos dijo que nos lo tomáramos. Eso tenía un desparasitante. Mi hermanita y yo nos lo tomamos como a las 4.30 de la tarde. Pasaron como dos minutos cuando me empecé a marear”, recordó el pequeño.
La niña de nueve añitos se unió a la conversación. Explicó que tras tomarse el líquido sintió como todo le daba vueltas. “Me dolía mucho la panza y me senté en la cama. Allí me desmayé”.
Su hermano, la interrumpió y aclaró que no tuvo los mismos síntomas porque no se tomó todo el jugo. Se mareó y caminó hasta la cocina para buscar a su madre. Allí encontró los sobres abiertos de “campeón”. “Salí corriendo a avisarle a los vecinos que mi mamá nos había envenenado y que le avisaran a mi padre. Ellos fueron hasta mi casa y nos auxiliaron”.
“Como mi madre veía que no se sentía mal como nosotros, en la cocina agarró un cuchillo, se cortó las venas y cuando los vecinos llegaron la encontraron acostada en su cuarto, esperando que le llegara la muerte”.
A los niños los llevaron al Hospital Chiquinquirá, donde les hicieron un lavado de estómago y lograron ser estabilizados. A su madre la trasladaron al Hospital General del Sur, donde sigue en estado crítico. Los familiares aseguran que luego de que se recupere será sometida a tratamiento psicológico o psiquiátrico.