Ante las temperaturas de hasta 44 grados Celsius y la creciente inseguridad en Ciudad Juárez, México, los migrantes dejaron de acampar en el río Bravo para refugiarse bajo un puente vial cercano a los puntos de cruce irregular hacia Estados Unidos.
El Gobierno municipal mostró preocupación por el bienestar de los niños migrantes que forman parte de este campamento improvisado, por lo que están tratando de trasladarlos a albergues que disponen de aire acondicionado, camas, baños y comida caliente.
Alrededor de veinte migrantes recibieron el viernes por la mañana líquidos de una ambulancia mientras se les persuadía de trasladarse a un albergue municipal y tramitar su asilo en Estados Unidos de manera formal a través de la aplicación CBP One.
Edwin Goncea Velázquez, un migrante venezolano que llegó esta semana, explicó que las altas temperaturas los obligaron a abandonar el río Bravo y buscar refugio bajo un puente. Goncea subrayó la difícil situación de los niños, quienes se están enfermando debido a las condiciones extremas del clima.
“En el día la temperatura es como de 50 grados y en la noche hace demasiado frío, ahí se complican las cosas, vienen las pulmonías, viene la gripe. Ahorita los niños tienen gripe, tienen tos”, indicó.
El migrante pidió que las autoridades no solo los dispersen, sino que también les brinden ayuda con alimentos y medicinas, especialmente para los niños enfermos.
“El calor es demasiado fuerte y de noche es frío, por eso la pulmonía. Ojalá que nos ayudaran no por uno, sino por los niños, ayudar con ellos, a su salud, darles medicinas y atenderlos a ellos”, agregó.
Goncea también comentó que no pudieron comprar medicinas en farmacias cercanas debido a la falta de recetas y que las noches en la frontera son sumamente peligrosas por la presencia de secuestradores y autoridades que desalojan a los migrantes.
“De noche no se puede dormir, te duermes en una parte y llegan agentes del Gobierno a desalojarte: tú no puedes dormir aquí. Tú caminas sonámbulo, te vas a otra parte y te llega otra vez la migración y a correr (…) Entonces de día aprovechamos que estamos aquí y es como podemos dormir, el calor está muy fuerte, lo mata a uno”, explicó.
Daniela Pérez, otra migrante venezolana que llegó esta semana con sus dos hijos, narró los estragos que las altas temperaturas han causado en su familia.
“Mira como tengo a mi hijo lleno de llagas, del sol, es la insolación. Sufrimos mucho por el sol, mi hija también tiene los labios rajados, ya tenemos en este proceso una semana, queriendo pasar, pero no hemos podido pasar. El sol y caminando de un lado a otro”, dijo.
Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del Municipio de Juárez, informó que el albergue municipal está a menos del 50 % de su capacidad y ofrece condiciones adecuadas para los migrantes.
“Estamos viendo que hay varios niños y niñas en ese lugar, lo cual con estas temperaturas es un riesgo bastante elevado. Vamos a hablar con ellos para decirles que pueden usar este espacio (debajo del puente), pero no que no pueden poner en riesgo a los niños y las niñas”, apuntó.
La reciente limitación de asilos por parte de Estados Unidos para migrantes que ingresen irregularmente complica aún más la situación, obligando a muchos a buscar cruces ilegales en la frontera entre Juárez (Chihuahua) y El Paso (Texas).
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