Una comitiva de militares rusos aterrizó en Venezuela y copó la convulsionada escena política del país caribeño, ante la jornada libre que marcaron este domingo el gobernante Nicolás Maduro y su desafiante, el jefe del Parlamento Juan Guaidó
El diputado opositor Williams Dávila dijo a EFE que dos aeronaves militares rusas con casi un centenar de funcionarios aterrizaron en el aeropuerto de Maiquetía, el principal del país y que sirve a Caracas, lo que consideró un hecho “grave”.
“Es extraño es que venga una misión rusa contrariando por completo las disposiciones que establece la Constitución nacional, ninguna misión puede llegar a Venezuela si no tiene la autorización de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento)”, afirmó en una conversación telefónica con EFE.
Dávila dijo no tener conocimiento de las labores que realizarán los rusos en el país, pero insistió en que su presencia representa una “violación de la soberanía venezolana”.
“Y los militares venezolanos se quedan callados”, añadió.
Durante la mañana del domingo varios medios locales reportaron la presencia de dos aeronaves militares de bandera rusa en Maiquetía, de las cuales solo resta una en esa terminal.
El legislador venezolano dijo que el Parlamento tomará en cuenta esta “penetración de fuerzas extranjeras en Venezuela” durante su próxima sesión, y que ha enviado una comunicación a la comisión de defensa de la Cámara pidiendo el inicio de una investigación.
El ministerio de Información de Venezuela no respondió de inmediato a una solicitud de EFE para aclarar el motivo de la visita de los militares rusos.
Pero Venezuela y Rusia adelantaron el pasado diciembre que activarían “mesas de trabajo combinadas” para elevar la capacidad de defensa del país suramericano ante “posibles ataques” armados.
Entonces, una escuadrilla de aviones militares rusos, entre ellos dos bombarderos estratégicos Tu-160, capaces de transportar armas nucleares, participaron de ejercicios militares conjuntos que Venezuela denominó “vuelos operativos combinados”.
Rusia es uno de los mayores aliados de Nicolás Maduro, a quien respalda de manera pública ante el desafío de Guaidó, que proclamó hace dos meses un Gobierno interino que más de 50 naciones, entre ellas Estados Unidos, reconoce como el único legítimo del país.
El Gobierno de Maduro suele referirse a Rusia, que le provee de armamento, tecnología y otros recursos, como un “aliado estratégico” de su política multilateral.
Las relaciones entre ambas naciones vivieron durante la presidencia del fallecido Hugo Chávez (1999-2013) un relanzamiento en diversas áreas como la energética, la militar y de cooperación, lo que se ha mantenido a lo largo del mandato de su sucesor.
Esta misma jornada, Maduro y Guaidó guardaron silencio puertas adentro, aunque se conoció que el opositor sostuvo ayer una vídeoconferencia con líderes del Caricom.
En un comunicado divulgado este domingo, el bloque caribeño dijo que el encuentro se produjo “de acuerdo con la decisión de la organización de ayudar a facilitar una solución pacífica” a la crisis que atraviesa Venezuela.
La ministra de Asuntos Exteriores de Jamaica, Kamina Johnson Smith, su equivalente en Trinidad y Tobago, Dennis Moses, el secretario general de la Caricom, Irwin LaRocque, y el ministro de Relaciones Exteriores de San Cristóbal y Nieves, Mark Brantley, fueron algunos de los asistentes.
En el comunicado, los participantes calificaron la reunión como un “paso inicial significativo” y señalaron que la cita proporcionó “un mejor conocimiento de los puntos de vista de Guaidó de cómo avanzar en la búsqueda de soluciones pacíficas”.
También se informó que se producirán encuentros parecidos en el futuro cercano.
El Gobierno venezolano, que suele ver en el Caricom a un bloque amigo, no ha reaccionado a esta noticia.
Maduro, en tanto, ha vuelto a postergar la designación de su nuevo gabinete, que se espera desde que el fin de semana pasado su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, informara que el presidente ha pedido la renuncia a todos sus ministros.
Venezuela atraviesa una nueva etapa de crisis política luego de que Maduro jurara en enero pasado un nuevo mandato que no reconocen la oposición y parte de la comunidad internacional y, en respuesta, Guaidó proclamó un Gobierno interino, que ya ha sido reconocido por una cincuentena de naciones.