Luego
Un año en Caracas, 10 en Guyana y 14 en Maracaibo conforman la gestión del arzobispo Ubaldo Santana. Esta última, es la ciudad en la que el oriundo de Aragua cree que va a permanecer siempre, puesto que a pesar de que tuvo que “hacer un entrenamiento de varios años” para introducirse en el gentilicio y la cultura marabina, considera que la capital zuliana es su casa, donde ha sido acogido y tratado “magníficamente”.
Santana expone que uno de los mayores desafíos de la Iglesia en la actualidad es la atenuación de la mentalidad clerical en la organización pastoral y la creación de comunidades. “Hay que pasar a una Iglesia que esté mucho más influenciada por el enorme potencial que cada bautizado tiene”, enfatizando en que se ha experimentado un avance que les permite ver la gran dimensión del reto asumido.
“Hemos aceptado por fin los desafíos que nos planteaba el papa Juan Pablo II, que retomó Benedicto XVI y ahora con mucha más fuerza misionera, toma el papa Francisco y nos damos cuenta de que necesitamos acelerar el paso porque nos estamos quedando como un poco atrás y no estamos siguiendo el ritmo de cambios que se están produciendo en las generaciones juveniles, en los planteamientos que se hacen sobre familias, en las relaciones entre las culturas y en la facilidad con la que se comunican las naciones entre sí a través de los fenómenos de la globalización”.
Una celebración familiar
En cuanto a la celebración que se llevará a cabo este fin de semana en homenaje a monseñor Mario Moronta de San Cristóbal, monseñor Diego Padrón de Cumaná y a su persona, Santana señala su deseo: no tomar la fiesta personalmente, sino como una festividad de la gran familia marabina de la cual se siente parte. “Yo quisiera que se viera como un homenaje para todos mis hermanos, que estamos tratando con nuestras debilidades y flaquezas para responderle al resto de este país con la Iglesia en este siglo XXI”.
Acerca de la X edición de encuentro con jóvenes, el clérigo expresa que la iniciativa nació como inspiración de la acción de Juan Pablo II, quien solía organizar encuentros juveniles mundiales. Remarca que lo importante es acercarse a la juventud para que perciban que su pastor es asequible y que ese contacto permita consolidar un estilo de vida lleno de valores espirituales.
Lema
El mensaje de monseñor Santana es de no perder de vista las esperanzas que guarda la Iglesia. Asimismo expresa que los obispos, sacerdotes y monjas no son los únicos integrantes de esta familia. “Nosotros no somos más que unos servidores de la gran masa católica que se tiene que despertar, activar y comprometerse mucho más, tanto en el terreno de la Iglesia como en el terreno civil, político, económico, social y cultural”.
Con la palabra del Evangelio que dicta: “Ustedes son sal de la tierra y luz del mundo”, monseñor Ubaldo comenta que los venezolanos no están alumbrando lo suficiente y no le dan sabor y sentido a la sociedad que los necesita. No obstante, se mantiene firme en su posición de que no existe espacio para la desesperación y la angustia, pues lo mejor siempre está por venir.