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Adolfo Villanueva, párroco de una iglesia en La Cañada de Urdaneta, llegó, hoy en horas de la mañana, a la morgue forense para tramitar la preparación del cadáver de Tomás Segundo Villanueva (65), su padre. Cuando los medios de comunicación se acercaron hacía él, comentó que se había ahogado mientras tomaba una sopa de costilla que habían preparado para el almuerzo.
El pasado sábado a las 2.00 de la tarde, reposaba sobre la mesa de madera un plato de sopa, el infortunado se sentó y comenzó a masticar la costilla, en fracciones de segundo un pedazo se le quedó atascado en la garganta. Tocio e intentó llamar a sus familiares, ninguno lo escuchó.
Quince minutos después, el sacerdote entró en la cocina, la víctima respiraba con dificultad, estaba pálida, casi desvanecida, de inmediato la subió a un vehículo particular con destino al Hospital Adolfo Pons donde falleció tras sobrevenirle un insuficiencia respiratoria que derivó en un infarto fulminante.
Los habitantes de la casa ubicada en la calle 45 con avenida 15J de la urbanización La Picola, parroquia Juana de Ávila del municipio Maracaibo, donde vivía el otrora Secretario de obras públicas del gobierno de Jaime Lusinchi, no podían creer lo que sucedía, solo les quedaba resignarse.