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El pasado 11 de diciembre, el mandatario venezolano Hugo Chávez partió a La Habana, Cuba, para someterse a una cuarta operación para tratar el cáncer que se le detectó en 2011. Una larga espera mantuvo el vilo durante su recuperación. 83 días después se anunció su fallecimiento.
Desde esa madrugada de aquel sábado de diciembre a Chávez no se le vio más en público. El Gobierno nacional presentaba regularmente partes médicos para informar a la ciudadanía sobre su progreso. Estos anuncios eran bastante breves y con pocas variaciones.
Durante el proceso de postoperatorio Chávez sufrió una infección respiratoria que luego devino en una insuficiencia respiratoria que no ha logrado superar. Como parte del tratamiento de la insuficiencia el gobernante está respirando a través de una “cánula traqueal” que le está dificultando el habla temporalmente.
El mandatario volvió a su país 71 días después de la intervención quirúrgica. En la madrugada del 18 de febrero, la noticia sobre el regreso de Chávez sorprendió a la nación. Esa llegada al Hospital Militar Carlos Arvelo de Caracas no fue captada por ningún medio de comunicación.
Sectores de la oposición y de la ciudadanía dudaban incluso de ese retorno.
Las instalaciones del hospital militar se mantenían protegidas por las autoridades desde su llegada.
Este 5 de marzo, los encargados del gobierno venezolano llevaron a la ciudadanía la fatídica noticia. El presidente Chávez falleció vencido por el cáncer. El Comandante perdió una última batalla. Tenía 58 años.