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Con diablo rojo y cloro, unos reclusos envenenaron a Víctor “Tito” Soler, oficial adscrito a la Policía regional y supervisor del comando de presos de Plaza Lago, en su despacho. El funcionario luchó por su vida 351 días. Se complicó y murió el pasado jueves en el Hospital Universitario de Maracaibo.
Los médicos le diagnosticaron quemaduras en el esófago, pero su estado de salud se complicó. Hace unos días solicitaron la colaboración de la comunidad para encontrar unos medicamentos. No mejoró y falleció.
Al oficial lo envenenaron, el 27 de mayo de 2016, los miembros de la banda Los Ladronzuelos. Los calabozos estaban sobrepoblados y dejaron a los ocho detenidos, entre ellos José David Urdaneta, de 20 años, en el área de la cancha del comando. Uno de ellos tuvo acceso al filtro de agua y vació los químicos. Solo a Soler lo afectó el líquido.
Al cabo de unos minutos, el oficial empezó a sentir náuseas, por lo que fue trasladado al Hospital Chiquinquirá de Maracaibo. Allí permaneció unas horas y lo remitieron al Coromoto, donde los médicos le diagnosticaron quemaduras en el esófago. Finalmente terminó en el Universitario, donde permaneció hasta fallecer.