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Garbiñe Muguruza ganó por 6-2, 6-4 a la italiana Francesca Schiavone en su debut en Roland Garros y se clasificó para la segunda ronda del ‘grand slam’ francés, donde el año pasado se proclamó campeona. Su próxima rival será la estonia Anett Kontaveit, número 53 del mundo.
La tenista hispano venezolana, cuarta cabeza de serie, se mostró bastante seria en su primer partido en la Philippe Chatrier. Ni rastro de las dudas que le han acompañado durante toda la temporada, en la que se ha sido bastante irregular. Su estreno en París siguió la línea mostrada en Roma, donde un problema físico le obligó a retirarse en semifinales tras una buena semana.
“Todo el mundo espera que vuelvas a ganar y yo he tenido que darme cuenta de que cada partido hay que superarlo, que lo que hice el año pasado ya no sirve”, indicó la jugadora. Para Muguruza, el reto era, más que enfrentarse a una excampeona de Roland Garros (2010) y una reputada especialista en tierra batida, el de afrontar sus propios fantasmas.
“No puedo salir como un flan, tengo que tratar de mantener la compostura. Gané el año pasado pero eso no importa. Sinceramente daba igual contra quién jugase, lo importante era ganar mi propia batalla, ver cómo me iba a sentir”, dijo la oriunda de Caracas.
La española volverá a tener otra cita complicada en segunda ronda contra una de las estrellas ascendentes del circuito, la estonia Anett Kontaveit, de 21 años y 52 del mundo, que se deshizo de la rumana Monica Niculescu por 7-5 y 6-1.