Durante este tiempo, mucha es la reflexión sobre lo trascendente de este maravilloso acontecimiento y la realidad que se vive en el país. Nos examinamos, buscando los aciertos y los errores, las virtudes consolidadas y las debilidades para corregir
La Navidad es la época del año en la cual se vive el verdadero amor de Dios al enviar a su único Hijo a vivir entre nosotros y con el sí generoso de María se materializa el plan de Salvación para todos los hombres.
Jesús se hace amor para todos en un humilde establo en Belén y siendo el Rey del Universo nace sin privilegios. En este momento sin bienes materiales que ofrecer a su pequeño hijo, María y José solo confían plenamente en la voluntad de Dios. Así debemos cada uno entregar los temores, angustias, dolores y carencias, así obtenemos a cambio paz y armonía.
Con este ejemplo admirable debemos cultivar tres aspectos de la vida personal: uno, la gratitud porque a pesar de nuestros pecados Dios nos entrega una vida plena que debemos disfrutar con sencillez; dos, la generosidad no solo en lo material, sino también al dar lo mejor de cada uno para la reconciliación y el encuentro; tres, la responsabilidad, asumiendo cada compromiso con ética y valores.
Por ello durante este tiempo, mucha es la reflexión sobre lo trascendente de este maravilloso acontecimiento y la realidad que se vive en el país. Nos examinamos, buscando los aciertos y los errores, las virtudes consolidadas y las debilidades para corregir. También hemos descubierto talentos especiales que en otrora jamás lo hubiésemos pensado y seguimos andando por la senda de la esperanza.
En los espacios de la Universidad del Zulia continuamos buscando la excelencia académica a pesar de las dificultades presupuestarias, seguimos construyendo país al formar a profesionales altamente competitivos en las diferentes áreas del conocimiento. Continuamos siendo una institución referente en el mundo y segura que vendrán tiempos mejores.
A todos los miembros de nuestra comunidad universitaria, en el país y dispersa por el mundo cumpliendo diferentes roles, les deseo que el amor de Dios renazca en sus corazones en una feliz Navidad 2018 y un venidero año 2019 con la esperanza del milagro de la libertad para Venezuela.