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Durante una ceremonia íntima y emotiva, Naire Angelina Rodríguez Moreno y Liccio Rafael Bracho consolidaron el amor que nació hace casi tres años. El pasado 30 de julio, los novios dijeron “si, acepto” ante Dios, en la iglesia San Onofre.
A las 8.00 de la noche, Naire caminó rumbo al altar del brazo de su padre José Rodríguez. Después de la misa, se realizó la recepción en el salón Gran Martini, donde familiares y amigos recibieron a los recién casados con un fuerte aplauso. Fabio Montes, hermano de la novia, dirigió el brindis por la felicidad de la pareja y José Rodríguez, padre de Naire, les deseó prosperidad y resaltó el respeto, la comprensión y la humildad del uno para el otro.
La pista se abrió con el primer baile de los desposados y luego los invitados danzaron al ritmo del grupo Wuasaca.
El salón fue decorado por Fabio Montes y las flores resaltaron como el elemento primordial. Se utilizaron azucenas y rosas blancas, varitas de San José, estrellas de Belén y claveles morados y fucsia.
Se emplearon como colores principales blanco, dorado y morado; apoyados en una iluminación tenue, luz de vela y luces fucsia y moradas para ambientar. En la mantelería se emplearon caminos de mesas dorados y morados con arabescos. Para el agrado de los invitados se sirvieron pasapalos y una mesa de dulces.
Momento emotivo
Fabio Montes y Jeniree Rodríguez, hermanos de la novia, se animaron a cantar una canción con el grupo de música y la dedicaron a los novios.