Producción agropecuaria cubre apenas 40 por ciento del consumo nacional de carne. Fegalago pide el aval y acompañamiento del Gobierno para importar productos desde Colombia para abaratar costos
La escasez y especulación en precios de vacunas y medicinas para la salud del rebaño acorrala la producción. Dosis para la aftosa, brucelosis, leptospira, rabia, estomatitis y medicamentos como antibióticos se cotizan a precios que duplican el valor de mercado e impiden ejecutar planes de recuperación de rebaño, y coloca los inventarios de animales a cubrir menos de la mitad del consumo nacional de carne bovina.
Una vacuna para la fiebre aftosa se consigue entre 80 mil y 100 mil bolívares en los comercios de ventas de insumos agropecuarios que mercadean bajo “subasta de quién da más”. Con un programa de importaciones caería a 50 mil y 60 mil bolívares el frasco de 50 dosis, destaca Armando Chacín, presidente de Fegalago, al analizar el balance de la situación sanitaria.
El gremio advierte al Ministerio de Producción Agrícola y Tierras la urgencia de tener a tiempo los productos médicos para cumplir los programas sanitarios de las reses, obligatorios por la Organización Mundial de la Salud Animal. Y lograr un plan que abarate los costos para retomar el camino de crecimiento ganadero, golpeado en los últimos años. “Estamos en 40 por ciento de cubrir la demanda de carne del mes. Es necesario ver los problemas que tiene el sector”, precisa.
Desde Colombia llegan inventarios, “muchos sin control ni verificación de cadenas de frío, son clandestinos”, alerta Leonardo Figueroa, presidente de la Asociación de Ganaderos del Táchira. La falta de oferta en los mercados lícitos toca el “80 por ciento de escasez. No se consiguen antibióticos, vacunas y el 15 de abril debe comenzar el primer ciclo contra la aftosa y no sabe dónde ni cuántas dosis habrá disponible”.
Armando Chacín resalta que “los animales están desprotegidos” por los pocos medicamentos disponibles. Los laboratorios nacionales carecen de inventarios y las ventas de importadores privados encarecen los precios. Hay la propuesta enlazada con el sector agropecuario colombiano, a través de los gremios, abastecer de vacunas para establecer una barrera sanitaria. “Solo falta el interés del Gobierno venezolano de aprobar, vigilar y hacer el acompañamiento” para garantizar la entrega.
Fegalago cuestiona la red de intermediarios conocidas por las autoridades. La intención del plan de importación es “que el Gobierno avale, certifique” porque los animales “necesitan ser vacunados, protegidos. Es la comida de todos los venezolanos la que está en juego”, reclama Chacín.
Para los productores, el “Estado venezolano ha demostrado incapacidad” de garantizar la seguridad. La Comisión Sudamericana para la Lucha Contra la Fiebre Aftosa, organismo adscrito a la Organización Mundial de la Salud Animal, declara cada año a Venezuela país endémico del virus del afta. En 2016, aprobó hacer un acompañamiento a las autoridades venezolanas para ejecutar políticas sanitarias. Cuatro millones de dosis garantiza el ministerio, cifra cuestionada por Fegalago si “dicen que hay un inventario de rebaño de 16 millones de cabezas”.
diciembre 8, 2024
