Sinaí de los Ángeles Reverol Portillo, de 11 años, murió en el Hospital Universitario. Perdió medio litro de sangre mientras esperaba la operación. La Policía no tiene pista de los asesinos. El "Gordo", azote a quien buscaban los sicarios, se recupera en el Hospital General del Sur. Quedó inválido
Su madre la vio desangrarse poco a poco hasta que su corazón dejó de latir. Sinaí de los Ángeles Reverol Portillo, de 11 años, murió ayer, a las 5.00 de la mañana, en el Hospital Universitario. Su familia buscó una ambulancia privada, recorrió con ella tres centros de salud, pero no pudieron salvarla. Un proyectil le perforó un pulmón.
Recostada a una pared en la morgue forense, la madre de la estudiante suplicó que no tomaran fotografías ni publicaran su nombre. A su hija la mataron unos delincuentes. Iba, el pasado domingo a las 9.30 de la noche, con su madrastra a comprar en una bodega del barrio San Crispo de Los Puertos de Altagracia, en el municipio Miranda. Hubo un tiroteo y dos balas la alcanzaron: una le perforó las costillas y otra una pierna.
"Ella se asustó, corrió justo para donde iba el muchacho y no pudo protegerse con nada".
La Policía informó que en el tiroteo hubo dos heridos, la niña y alias el "Gordo", a quien perseguía la banda rival. La pequeña murió y el azote permanece con una lesión en la columna en el Hospital General del Sur, el proyectil lo dejó inválido. "De sus asesinos no hay rastro. Ese municipio es zona roja, a quien habla lo acribillan y los vecinos tienen miedo".
Suplicio
"Jamás nos imaginamos que Sinaí estaba herida. Por los gritos de los vecinos pensamos que algo malo había pasado”, dijo un tío de la menor, quien prefirió no identificarse por temor a represalias.
A la niña la recogieron de la carretera. Su padre buscó un carro y la llevó hasta la emergencia del Hospital Hugo Parra León. "No habían recursos y nos hicieron parir dinero y una ambulancia". A las 9.35 de la noche comenzó el ruleteo. Antes de las 12.00 la atendieron en el Hospital General del Sur. "Habían médicos, pero tampoco la atendieron".
El viaje de Sinaí culminó en el Universitario. En su emergencia perdió medio litro de sangre. "Solo me suplicaba que no la dejara sola. Tenía miedo", recordaba su madre, mientras luchaba con sus sentimientos para no derramar lágrimas. "Era solo una niña, la mía".
A los Reverol le pidieron que compraran los medicamentos, debían operarla de inmediato. Durante la espera, la estudiante le suplicó a su madre que le comprara Coca-Cola, decía que tenía calor y mucha sed". Nunca perdió la consciencia. Escuchó todos los diagnósticos médicos, hasta en la madrugada la sedaron y la llevaron a pabellón. Un par de horas después salió muerta.
Similar
Al pequeño Ismael Aguirre, de nueve años, lo mataron hace menos de una semana al quedar en la línea de fuego en el sector Valle Frío. El niño recibió un disparo en el pecho cuando se asomó por una ventana de su casa para ver cómo ajusticiaban a unos atracadores.