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Los padres de Kimberly Isabel Suárez Herrera, de tres años, no tomaron la previsión pertinente al dejar una olla con agua hirviendo en la cocina de su vivienda, en el barrio 14 de Noviembre, parroquia Raúl Leoni al oeste de Maracaibo.
Omar Suárez, llegó ayer a donde no quería, la morgue, para retirar el pequeño cadáver de su hija, con quemaduras de tercer y segundo grado en el pecho y espalda. Permaneció 38 horas en dos centros de salud. "En un descuido la niña se quemó".
El padre dijo que no estaba en la casa al momento del incidente, ya que está separado de su madre. "Kimberly parece se acercó a la cocina a dejar una taza", agarró el mango de la cacerola y la aló a su cuerpo. El líquido cayó parcialmente sobre su cuerpo y comenzó a gritar y llorar.
La madre y su abuela, quienes la cuidaban, la secaron, le cambiaron la ropa y la llevaron hasta el Hospital Universitario a las 5.00 de la tarde del pasado lunes. Desde entonces comenzó la angustia. La atendieron, estabilizaron y mantuvieron internada hasta el día siguiente. En una ambulancia la llevaron hasta la Unidad de Quemados del Hospital Coromoto.
Kimberly seguía sufriendo, a su temprana edad, coaccionarle el libre movimiento de su cuerpo le era difícil. Sufría con las quemaduras que tenía, mientras que los médicos especialistas le atendían. Ayer a las 7.00 de la mañana la niña se complicó, los médicos trataron de reanimarla, pero una infección pulmonar le causó una septicemia y murió.