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Sebastián Miguel Boscán, de seis años, murió arrollado el pasado viernes en horas de la tarde, mientras descendía de un vehículo en compañía de su madre. Su pequeño cuerpo quedó destrozado en medio del pavimento, ante la mirada atónita de los vecinos del sector La Frontera, vía a El Mojan, en el municipio Mara.
Sentada en uno de los muros rojos que rodea la morgue, Coromoto Ríos, tía de la víctima, no paraba de llorar y lamentarse. Con tristeza relató cómo había ocurrido el accidente.
Cuando Jolimar Boscán descendió del jeep, su hijo soltó su mano. En el momento preciso en el que atravesaba la carretera, el conductor de un vehículo Chevrolet, Malibú, azul, que venía a exceso de velocidad, se lo llevó por delante.
Al ver lo que había hecho, el chofer frenó, pero luego arrancó y lo dejó tirado en el suelo.
Los parientes del fallecido presumen que quería visitar a su abuela que vive del otro lado de la calle. El ama de casa lloraba cada vez que recordaba las heridas que sufrió el infante al ser arrastrado por el carro, fracturas en el cráneo aunado a un desprendimiento del tórax, le provocaron una hemorragia interna que derivó en su posterior deceso.
En una camilla de la emergencia del Hospital San Rafael de El Moján los médicos de guardia intentaron reanimarlo, resultó inútil. Los parientes del estudiante de primer grado lo describieron como alegre, obediente y muy inteligente.