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Después de las 8.00 de la noche, cuando parece que el día está llegando a su fin, las avenidas del sector Andrés Bello de la urbanización Tamare son tomadas por niños en situación de calle. Un grupo integrado por al menos 10 infantes se pasean de casa en casa a pedir comida o dinero.
La situación poco regular es vista por residentes como una oportunidad para robar. Aseguran que el grupo de jóvenes es una banda liderada por uno o dos representantes que los guía hasta las viviendas a pedir. Deisy Gutiérrez, residente, relata que los niños aparecen de la nada y están pendientes de si llega un vehículo para interceptarlo. “De la nada ellos aparecen y en oportunidades que salgo hasta la carretera, he visto a sus madres o hermanas en esquinas esperándolos para quitarles la comida o dinero que se les da. Esto se está repitiendo en todas las casas”, resaltó la mujer.
Destacó que en ocasiones los vecinos se niegan a salir o darles comida, los pequeños permanecen hasta media ahora en los portones gritando y a otros les da por insultar y lanzar objetos. La reacción violenta se presenta como un motivo de preocupación para los residentes, quienes aseguran que la jornada de paseo de los infantes se está propagando. Afirman que cada día son más. Margarita Paz señaló que en una reunión con autoridades locales manifestaron la irregularidad, pero hasta el momento ningún órgano competente toma la denuncia.
La presencia de los niños también es notoria en el sector Urdaneta y Carabobo. En el caso de Andrés Bello, los habitantes aseguran que la cercanía con las barriadas de San José, Orlando Fuenmayor y Tamarito les está afectando. Existen cerca de 17 entradas y caminos que les resta privacidad y tranquilidad a casi 500 familias que habitan en el sector.