Si la vacante absoluta del Presidente se produce el próximo año, terminaría el período el Vicepresidente con lo cual no resolveríamos el conflicto de fondo
El 5 de enero, 112 venezolanos asumimos la responsabilidad de conducir la AN venezolana, luego de un mandato contundente del pueblo. Cuarenta días de ejercicio parlamentario son suficientes para saber que quienes han llevado al país a su crisis más profunda, no tienen intención alguna de rectificar ni de producir un diálogo nacional y mucho menos de permitir un ejercicio adecuado de la labor del Poder Legislativo. En esa maniobra, el papel del Tribunal Supremo de Justicia ha sido denigrante.
Mientras tanto es el pueblo quien sufre trágicamente la crisis del desabastecimiento, de la inflación, de la inseguridad y de la precariedad en los servicios públicos.
Se hace entonces necesario que junto al pueblo venezolano activemos el o los mecanismos necesarios para sacar de la presidencia de la República al señor Nicolás Maduro, quien se ha convertido en el más grave problema que tiene el país.
De las distintas propuestas para tales fines, las que vemos con más aceptación son las del revocatorio y la de la enmienda constitucional. Pero es fundamental que advirtamos al pueblo de Venezuela que ninguna se puede considerar la mejor o la más fácil. Y por eso debemos mostrar sus dificultades. En el caso de la enmienda, es probable que la Sala Constitucional argumente que la norma no puede ser retroactiva, por tanto no podría afectar el período en curso y que no puede revocarse el mandato presidencial por una vía distinta al referendo revocatorio, claramente establecido en la Constitución. En cuanto al revocatorio, ya hemos vivido uno en el pasado y sabemos todos los ardides que pueden surgir del CNE para dinamitar esta propuesta popular.
La idea de activar ambos mecanismos en simultáneo, me parece muy válida. Por un lado el pueblo con el referendo revocatorio y, por el otro, la Asamblea Nacional trabajando la enmienda. En todo caso, cualquier vía debe producirse este año porque el pueblo está desesperado y porque si la vacante absoluta del Presidente se produce el próximo año, terminaría el período el Vicepresidente con lo cual no resolveríamos el conflicto de fondo.
Ratificamos que todas las posibilidades de solución van a ser complicadas y así tenemos que asumirlo porque nos enfrentamos a gente que no es respetuosa, ni demócrata, ni institucional. Así que Venezuela vale mil dificultades.
diciembre 8, 2024
