Atletas y entrenadores reclaman por la falta de atención de los entes gubernamentales responsables de las instalaciones. Aseguran que deben autogestionarse para poder cumplir con sus prácticas de rutina
Al Instituto Nacional del Deporte (IND) y Ministerio del Deporte le quedó grande la administración del complejo deportivo Luis Aparicio Montiel de Maracaibo. Una muestra de ello es lo que sucede en el estadio Luis Aparicio “El Grande”, donde convergen dos realidades muy distintas: En una parte hay inversión y mantenimiento planificado de parte de los entes involucrados, y en la otra impera la desidia, el vandalismo y la falta de compromiso.
Así viven, utilizando diferentes áreas de una misma infraestructura, el béisbol y disciplinas olímpicas como judo, gimnasia, boxeo, taekwondo, lucha o la halterofilia.
Mientras los espacios destinados para el juego de pelota recibieron el cuidado y mantenimiento requeridos para un óptimo funcionamiento (pintura, señalización, reacondicionamiento, entre otros) durante la temporada 2015-2016 de la pelota criolla; en los demás gimnasios presentes dentro de la estructura, y que además fungen como semillero de atletas de alto rendimiento abunda la corrosión, la falta de servicio eléctrico y de equipos en condiciones aptas para la práctica de cada una de las disciplinas.
“Aquí esto está a la intemperie. Nadie quiere venir por la inseguridad. Aquí no hay mantenimiento. Tienen más de dos años sin venir a limpiar”, confesó con tristeza un entrenador de las disciplinas de combate, que, con la intención de preservar su lugar de trabajo, prefirió mantenerse en el anonimato durante un recorrido por los gimnasios ubicados debajo de las gradas del Luis Aparicio, y que no cuentan con servicios básicos como de aguas blancas y negras, ni electricidad.
Historia sin fin
Los problemas son de vieja data. “Esto tiene más de 10 años en esta desidia, y no se ve nada de recuperación”, dijo el instructor, quien además de enseñar también tiene que cumplir el rol de conserje, entre otros. “Yo limpio, entreno, reparo. Yo hago todo para poder dar clases”, aseguró.
El formador se quejó de la falta de compromiso de parte de los miembros del Min-Deporte, ente responsable del polideportivo, quienes los tienen olvidados y presentan una incómoda respuesta a cada uno de los requerimientos.
“Se lavan las manos unos con otros. La respuesta para todo es ‘autogestión’”, agregó el entrenador, que tiene más de 25 años de labor. “Eso es algo imposible, porque no se le puede exigir a un representante que tiene que comprar un uniforme que vale 30 mil bolívares, cuando no tienen para comprar un pollo para mañana”.
La misma situación se vive en el recinto destinado para los atletas de halterofilia. “Aquí no hay agua ni para hidratarse, ni para usar los baños. No hay nada”, indicó la atleta Nelsis Medina.
“Esto es pésimo. Yo estoy aquí porque me gusta el deporte. Esto me duele es a mí no a ellos. Además de la falta de servicios no tenemos implementos. Aquí no tenemos tarima, ni tampoco materiales indispensables como el magnesio, que es para las manos para que no se nos resbale la barra”, expresó la pesista Yaritza Betancourt, quien tiene 15 años practicando.
“Esto es horrible, Tenemos que rogarle a la gente de Min-Deporte para que venga aquí a limpiar y nosotros tenemos que traer el agua para lavar los baños”, añadió.
Sin protección
De igual forma los miembros de las asociaciones presentes en el Luis Aparicio “El Grande” cuestionaron la falta de políticas para el resguardo de las instalaciones y de los implementos por parte de la coordinación local del IND y Min-Deporte, que no cuenta con el personal adecuado, lo que ha permitido que el vandalismo haga estragos en los recintos de entrenamiento.
“Ellos hablan de autogestión. Nosotros conseguimos reunir para comprar los cables para poner electricidad en baños y en partes del gimnasio y al día siguiente se los robaron. Nadie se dio cuenta”, manifestó el instructor del arte marcial. “Todas las asociaciones que hacen vida aquí han sido víctimas de robos similares”.
El guía también explicó que esas ha sido una de las causas principales para que los atletas abandonen la práctica, ya que además de que el horario es reducido (entrenan de 4 a 6 pm, cuando debería ser hasta las 8.30 pm), su integridad física está en riego.
“Aquí nadie vigila. Ahorita hay algo de seguridad porque están las Águilas, pero eso no es garantía, porque incluso a ellos les han robado equipos”.
Pasividad
Tanto atletas como entrenadores también reclaman la incompetencia de los representantes locales del IND y Min-Deporte, quienes dependen de las decisiones que se tomen en Caracas.
“Cada tres o cuatro meses vienen de Caracas con un cuadernito, pero el calor los vuelve locos y así como llegan se van. Con informes y no ejecutan. No es posible que tengan que venir de Caracas a solucionar los problemas de los atletas en el Zulia”, apuntó el entrenador de la disciplina de combate. “Al menos antes se oía que iban a reparar, y reparaban. Ahora se oye, y nada. Estas instalaciones tienen más de 10 años sin recuperarse”.
Y además dejo bien claro: “Nosotros no somos de ningún partido. Nosotros somos del deporte y lo que queremos es que las cosas funcionen correctamente”.
Antes del cierre de esta edición, se intentó establecer contacto con la licenciada Yohana Sánchez, coordinadora del Min-Deporte región Zulia-Falcón, para obtener su opinión al respecto pero no fue posible.
Cifras
2 años tienen los gimnasios que funcionan en el Luis Aparicio “El Grande” sin recibir mantenimiento por parte de Min-Deporte.
200 millones de bolívares aprobó en julio de 2015 el presidente Nicolás Maduro para reparaciones en el Polideportivo.
2011 fue el último año en que los atletas de halterofilia recibieron equipos para entrenamiento. (Barras, soportes, tarima, entre otros).