Desde
Una amiga de mi más alto aprecio me ha pedido que aclare los términos migrar, emigrar, inmigrar y sus respectivos derivados. Intentaré complacerla, con el mayor gusto.
Desde luego la palabra troncal de la familia es el verbo migrar (del latín migrare, ‘emigrar’). En el español estuvo prácticamente ausente, representada por éxodo (latín exodus, del griego ex, ‘de’, y odos, ‘camino, salida’): ‘Emigración de un pueblo o de una muchedumbre de personas. Segundo libro del Pentateuco, en que se refiere la salida de los israelitas de Egipto’. Es en el siglo XVII cuando aparece documentada en el español, especialmente por sus derivadas. Migración, migrado, migrante, migratorio.
Migración proviene del latín migratio, -onis: ‘Acción y efecto de pasar de un país a otro para establecerse en él. Se usa hablando de las migraciones históricas que hicieron las razas o los pueblos enteros’ y en la actualidad, desde el siglo XVII, a ‘los desplazamientos geográficos de individuos o grupos, generalmente por razones económicas o sociales’ Y, por supuesto, se aplica a los viajes periódicos de las aves, peces u otros animales migratorios.
Migrado, por su condición participial, es adjetivo para calificar al individuo que ha emigrado. Lo mismo que migrante, solo que este tiende a ser usado más como sustantivo. Migratorio (del latín migrator, -oris, ‘que migra’), se refiere al proceso de cambio, de traslado, de desplazamiento de los individuos de un país a otro.
Emigrar (del latín emigrare), con uso extendido desde el siglo XIX, dicho de un persona, de una familia o grupo, ‘dejar o abandonar su propio país con ánimo de establecerse en otro extranjero. / Ausentarse temporalmente del propio país para hacer en otro determinadas faenas. / Abandonar la residencia habitual dentro del propio país en busca de mejores medios de vida’. Da, igualmente, los derivados emigración, emigrado, emigrante y emigratorio.
Emigración (del latín emigratio, -oris), acción y efecto de emigrar. ‘Conjunto de habitantes de un país que trasladan su domicilio a otro por tiempo ilimitado, o, en ocasiones, temporalmente’. Se habla de emigración golondrina aquella en que ‘el emigrante no va a establecerse en otro país, sino a realizar en él ciertos trabajos, y después vuelve a su patria’.
Emigrado es el participio de emigrar, por lo tanto adjetivo que puede sustantivarse, y se refiere a la persona, sobre todo de la obligada por circunstancias políticas a residir fuera de su país.