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A pesar de los arduos esfuerzos que las academias de la lengua y algunos escritores especialistas hacen por el buen uso de la lengua española, pareciera que cada día abundan más las incorrecciones y las faltas de propiedad en su práctica y utilización. Con el mejor deseo de orientar en algo a los hablantes desprevenidos, nos disponemos en esta y en las próximas Notículas, a referirnos a los errores más extendidos en el país y, más particularmente, en la región zuliana. Invitamos a los amables lectores a acompañarnos en este largo y espinoso camino que nos proponemos emprender:
-Buen día. Quizás por influencia de los malos traductores de películas extranjeras, se ha generalizado este saludo entre nosotros. La frase ‘buen día’ es perfectamente válida para expresar nuestros buenos deseos cuando alguien se dispone a participar en algún evento social. Que pases un buen día, le decimos al amigo que se dispone a participar en una fiesta playera y pasé un buen día con la familia nos dice el amigo que vivió un agradable contacto social, pero no es válida como saludo. En los idiomas cercanos al español, se saluda en singular. En inglés se dice: good morning, good afternoon, good night (en singular); en francés se dice: bon your, bon soir, bonne nuith (en singular); en italiano se dice: bon giorno, bona sera, bona nocte (en singular); pero, en español se saluda en plural: Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Nuestro saludo es generoso y amplio: que sean buenos este y todos los días de tu vida.
-¿Cómo amanece? Así formulada, en tercera persona del presente de indicativo, la respuesta lógica a esta pregunta debe ser: nublado, claro, lluvioso, etc., esto es, el estado del tiempo, porque amanecer es un verbo impersonal que alude a la naturaleza. La que amanece es la naturaleza; pero en una segunda acepción, el verbo amanecer es personal. Significa: estar o hallarse una persona, animal o cosa en una determinada circunstancia cuando aparece la luz solar: yo amanecí bien, el perro amaneció encerrado, el patio amaneció mojado. La pregunta, pues, adjunta al saludo, debe formularse en pasado: buenos días, señor, ¿cómo amaneció?; buenos días, Pedro, ¿cómo amaneciste?; buenos días, ¿cómo amanecieron? Y ahora, si hay comunicación inteligente: amanecí bien, amanecí contento, amanecimos optimistas, amanecimos con ganas de trabajar. Seguiremos en la próxima Notícula.