Seguidores del niño, movimiento del muchacho. Chavo y chaval, términos regionalistas de México y Centroamérica, del caló chavale, significan niño, muchacho, joven que no ha llegado a la adolescencia. ¿Es esto lo que se quiere decir? Bien sabemos que no, pero eso a los hablantes venezolanos, especialmente a los políticos, en lo más mínimo les importa; pero al español sí
Continuamos revisando las incorrecciones más frecuentes en el habla popular venezolana y zuliana:
-Él es chavista. Bien se sabe que esta palabra, lo mismo que chavismo, son voces generalizadas del argot político del presente. ¿Qué significan? Pues, seguidores del niño, movimiento del muchacho. Chavo y chaval, términos regionalistas de México y Centroamérica, del caló chavale, significan niño, muchacho, joven que no ha llegado a la adolescencia. ¿Es esto lo que se quiere decir? Bien sabemos que no, pero eso a los hablantes venezolanos, especialmente a los políticos, en lo más mínimo les importa; pero al español sí. El español se resiente. Cuando de seguidores o de movimientos conformados se trata, los sufijos –ista e –ismo (algunos veces –ano) se yuxtaponen al nombre, que debe aparecer lo más completo, lo más inconfundible posible.
En nuestro pasado histórico ninguna transgresión hubo. Veamos algunos ejemplos de los jefes de Estado del pasado: Bolívar – bolívar(iano); Páez – pae(cista, paecismo); Guzmán – guzman(cista, guzmancismo, con –c- epentética); Monagas – monag(uista, monag(uismo); Andueza – andue(cista, andue(cismo); Crespo – cresp(ista, cresp(ismo); Castro – castr(ista, castr(ismo); Gómez – gome(cista, gome(cismo); López – lope(cista, lope(cismo); Medina – medin(ista, medin(ismo); Betancourt – betancur(ista, betancur(ismo), la t es muda); Leoni – leon(ista, leon(ismo); Pérez – pere(cista, pere(cismo): Caldera – calder(ista, calder(ismo), etc. Como se ve por los ejemplos: La –z se transforma en c- frente a la i; la –a y la –o se suavizan en i-. ¿Por qué antes lo decían bien, y por qué ahora lo vamos a decir mal? ¿Qué nos cuesta decir Chávez – chave(cista), chave(cismo), como es lo correcto?
-Construyeron veintiún casas. Con este error de ortografía, frecuentísimo, se dañan muchas redacciones y se afean las conversaciones: Veintiún casas, veintiún mujeres, verintiún libretas… De los nueve dígitos del español, el único guarismo que tiene femenino es el primero: Uno, una: Un hombre, una mujer, veintiún edificios, veintiuna casas. Y este es otro tropezón ortográfico frecuente: Como en las demás decenas los números se escriben separados: Treinta y cinco, cuarenta y ocho… Así mismo hacen con la decena del veinte al treinta: Veinte y una casas, veinte y cinco carros, con olvido de que, en esta decena, la cercanía de la e y la i, en el triángulo vocálico de Hellwag, hace que se fusionen: Veintidós hombres, veintitrés niñas.