Un equipo internacional de investigadores acaba de desarrollar un nuevo test que tiene por objetivo detectar el autismo en los niños
Un equipo académico, integrado por investigadores de las universidades británicas de Warwick y Birmingham y la universidad italiana de Bolonia, entre otros, cree que sus nuevas pruebas de sangre y orina que buscan daños en las proteínas podrían conducir a una detección más temprana de los trastornos del espectro autista y, en consecuencia, los niños con autismo podrían recibir un tratamiento adecuado mucho antes en sus vidas.
El artículo ha sido publicado en la revista Molecular Autism, y el equipo de investigadores ha estado dirigido por la doctora Naila Rabbani, de la Universidad de Warwick. “Nuestro descubrimiento podría conducir a un diagnóstico e intervención más tempranos. Esperamos además que las pruebas revelen nuevos factores que causan los TEA”.
Los trastornos del espectro autista (TEA) se definen como trastornos del desarrollo que afectan principalmente a la interacción social y que pueden variar muchísimo entre las personas que los presentan, ya que incluyen un amplio espectro de problemas.
Estos incluyen, por ejemplo, trastornos del habla, comportamiento repetitivo y/o compulsivo, una gran dependencia de las rutinas, hiperactividad, ansiedad y dificultad para adaptarse a los cambios que se producen en su entorno. Asimismo, como norma general, sus habilidades a la hora de interactuar con los demás son muy diferentes a las habituales, lo que puede dificultar su integración y provocar un aislamiento social.
Resulta especialmente urgente desarrollar pruebas para una detección cada vez más precoz y así poder ayudar a las personas con TEA y a sus familias.