“Atravesamos en este momento una situación crítica, lamentable y preocupante en nuestra Iglesia por la escasez de insumos para fabricar las hostias y el costo exorbitante del vino para consagrar”, denunció Enrique Rojas Ruiz, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Mérida
El clérigo informó que las casas fabricantes de hostias en la región no cuentan con harina para la realización, “sumado a esto la falta de gas no lleva a recurrir a otros medios para hacer llegar las hostias a las diferentes parroquias”. Aseveró que se dedicaron a llamar a los sacerdotes de otros países, entre ellos Colombia, en busca de una medida paliativa a la situación, mientras todo se normaliza.
Respecto al vino, aseguró el religioso que los precios son muy elevados, escenario que conllevará que la fabricación llegue al fin de la venta, de este modo, se hace imposible que las personas que anteriormente donaban a los templos lo puedan hacer. “Es preocupante porque se avecinan los días de la Semana Mayor”.
Estimó que para la llegada de la Semana Santa, para la fecha ya contaban con las hostias para entregarlas a los fieles en los días más exigentes de Semana Santa. Añadió que el óleo o aceite para la bendición o consagración en la misa crismal, donde el obispo se reúne con todos los párrocos para después llevarlos a las diferentes parroquias, se haga cuesta arriba.
Mérida, Táchira y Trujillo, a juicio del obispo, son los estados más afectados por tener mayor fervor y práctica religiosa. “Se presenta con mayor gravedad este problema, pero este conflicto ya se viene anunciando desde la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en las distintas asambleas, donde los obispos manifestaron con preocupación la problemática que se presenta en todo el país”.