La muerte de Dylan sigue impune

Foto: Roxy Du00edaz

Hay nuevos datos sobre el atropello del pequeño Dylan Enmanuel Peredas Tudares, que ocurrió el 9 de abril en Maracaibo. Sus padres hacen una nueva denuncia

La muerte de Dylan Enmanuel Peredas Tudares, de 3 años, no es caso cerrado por parte de sus progenitores, ya que hay muchas pruebas que se quedaron sin desfilar ante el tribunal.

Este caso se volvió a ventilar luego de que este 9 de diciembre se cumplieran ocho meses de la trágica muerte del pequeño Dylan, cuando se determinó que no existía una prueba contundente para localizar a las culpables o la culpable.

Y es que al parecer los padres del pequeño, podría saber quién fue la responsable que le arrebató la vida a su hijo. Pero aún se espera que los progenitores decidan dar la identificación o simplemente le entregarían las pruebas a las autoridades para que esta vez se haga justicia. 

Durante la semana del suceso, los funcionarios manejaron la información de que las personas que atropellaron al niño habrían sido tres mujeres que salían de una frutería ubicada en el sector Delicias, al lado del kinder donde estudiaba Dylan. 

Tiempo después se redujo a una sola mujer que hasta los momentos sigue prófuga. La mujer que aún no ha sido identificada por los funcionarios, “no estaría sufriendo de remordimiento” comentan testigos, ya que no se ha entregado por su propia voluntad a las autoridades. 

Día tras día Carelis Tudares, madre del pequeño Dylan se dirigía a la Fiscalía con todos los documentos necesarios pero lo único que encontraba estando adentro de la corte era la frase: “Vente mañana”. Aun con todos las documentaciones en regla decidió no volver por un tiempo.

El dolor es inevitable para sus familiares al saber que han pasado ocho meses de la muerte de Dylan y todavía no han recibido respuesta por parte de las autoridades, pero no pierden la “esperanza” de que encuentren a la persona que le arrebato a su único hijo.

Son varias las versiones de los hechos que salieron a la luz pública. Una de las primeras fue que el pequeño al ver a su abuela salió corriendo a sus brazos y no se percató de la llegada de la camioneta Toyota Fortuner. 

La segunda versión que se manejaba en el momento fue que al lado del kínder se encontraba una frutería reconocida y los clientes tomaban el estacionamiento del Centro Educativo para estacionar sus vehículos, y la tercera versión fue que la camioneta se encontraba estacionada en el kínder y cuando la persona que manejaba la Toyota Fortuner decidió retroceder y fue allí cuando se llevó al pequeño por delante.

“Versión verdadera”

Carelis Tudares, dejó pasar un tiempo sobre la muerte de su pequeño, para informar lo que asegura es “la verdadera versión” de los hechos del nueve de abril.  

“Una profesora lo intentó enviar con una vecina, pero ella se negó, unos minutos después mi mamá se acercó, y Dylan se asomó en el portón, no dio ni tres pasos, cuando la camioneta pasó casi rozando la cerca, atropellando a mi hijo”. 

Al momento que el pequeño fue atropellado su abuela corrió a su lado y de inmediato se montó en la camioneta de la misma persona que lo atropello y lo llevaron a un centro clínico en Delicias.

La responsable se dirigió a la parte de emergencia del Hospital Clínico y luego de dejar a la abuela con el pequeño en brazos, se dio la fuga. Desde ese entonces el paradero de la mujer es un misterio. 

Las únicas que sabían la verdadera versión fueron su abuela y la profesora de Dylan. Pero al ver lo ocurrido, las dos personas queridas por el pequeño quedaron en “shock” por lo sucedido. Su abuela quedó por unos días sin decir ninguna palabra y su profesora no quiso recordar el hecho. 

Lo que pasó ese día

A las 5.00 de la tarde de aquel nueve de abril de 2018  se registró una tragedia al norte de Maracaibo. El carismático y juguetón Dylan Enmanuel Pereda Tudares, de tres años fue atropellado en fracciones de segundo por la conductora de una camioneta Toyota Fortuner, color gris que se desplazaba con exceso de velocidad por el Centro Educativo Inicial Andrés Eloy Blanco.

La mujer se lo llevó por delante, el cuerpo del bebé quedó debajo de las ruedas, y el golpe que recibió en la cabeza con el parachoques de la camioneta le produjo la muerte. 

Preocupados, confundidos y desesperados los familiares llegaron al Hospital Clínico donde fue trasladado el pequeño Dylan -por la misma persona- para saber el estado de salud que se encontraba su pequeño. 

Tras pasar horas esperando alguna respuesta del doctor en turno, a las 5.00 de la tarde recibieron la dolorosa y peor noticia sobre el fallecimiento de Dylan. Una noticia que devasto a toda la familia, con dolor, llantos, y gritos negaban la noticia. 

Al darse la notificación del fallecimiento del pequeño la comandancia general de la Policía Regional, ubicada al lado del kínder donde sucedieron los hechos, comenzaron las averiguaciones correspondientes y al observar el sitio del suceso, lograron obtener dos videos importantes en toma diferentes donde se muestra la camioneta Toyota Fortuner, color gris pasando por el centro de Educación donde estaba Dylan.

Después de varias semanas del hecho el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas informaron a sus familiares que el vehículo era manejado por una mujer y la acompañaban dos mujeres más. 

Al saber la información que le habían proporcionado los funcionarios los familiares siguieron averiguando para encontrar a las culpables, pero no lograron encontrar nada y las presuntas responsables en ese entonces se dieron a la fuga. 

En la morgue 

El nueve de abril la morgue de la Universidad del Zulia, se encontraba cerrada por problemas de aguas negras y de sistema eléctrico, desde ese momento la morgue del Hospital General del Sur (HGS) tuvo que recibir a centenares de fallecidos. 

Recostado a uno de los pilares que rodean el sitio, Arturo Pereda, estaba en shock, lloraba, sudaba, e inquieto y con varios de sus familias, pero su esposa no estaba.

Arturo Peredas en las instalaciones de la morgue

Cuando los periodistas que estaban en ese momento en turno se acercaron hacía él, e inmediatamente bajó la cabeza, y respondió a varias preguntas que le hacían. 

En ese momento dijo “Dylan era hijo único, residíamos en una vivienda de la urbanización Los Corubes”. Con la mirada perdida aseguró que pensó en cambiarlo de colegio, pero nunca lo hizo.

Resaltó que “no es la primera vez que un accidente como este ocurre en las inmediaciones del plantel, la seguridad es precaria”. 

 

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