La Europa imperialista azotó pueblos africanos, asiáticos y americanos, con un colonialismo esclavizante y pervertido que dejó huellas en las hoy excolonias
El terrorismo islamista, que se manifiesta en hechos criminales, es la estrella noticiosa en todos los medios de comunicación mundial, y coinciden en atribuirle un aspecto religioso, imbuido en una concepción extrema de la fe musulmana y peor aún, identifican al islamismo con los árabes. Los terroristas asiáticos, africanos y europeos, no son árabes. Víctimas fatales las hay en cualquier país. Los medios no analizan cuántos musulmanes mueren en esos atentados. Solo destacan a los que no lo son. Es la apreciación manipulada de hechos que, cegados por la inmediatez, se enfocan en una sola vía, magnificando el terror y cumpliendo la etapa de publicidad requerida para que el hecho terrorista se perfeccione.
La Europa imperialista azotó pueblos africanos, asiáticos y americanos, con un colonialismo esclavizante y pervertido que dejó huellas en las hoy excolonias. En tal sentido, sus creencias ya existentes en el momento de las invasiones y las interpretaciones tribales, crearon una pared psicológica de resentimiento y odio hacia el ayer invasor, hoy receptor de inmigrantes. La desadaptación de una vida en tribus con interpretaciones muy sui géneris del Corán y el origen de diferentes sectas del Islam, se transforma en un bodrio, pero que en esencia tienen como punto común, el odio y resentimiento contra sociedades en las cuales viven pero no conviven. Desde otro punto de vista, la pobreza de países asiáticos y del África negra, alimenta más odio y resentimiento que se liga con el aspecto político, generando grupos que dicen creer en Alá, aun cuando ni siquiera conozcan el Corán, pero se introducen el texto del terror, para ser utilizados como instrumentos de quienes individual o colectivamente los instruyen.
En relación a EEUU, el terrorismo en su contra, es la suma de odio y envidia contra la primera potencia política, militar y económica, que ejerce una influencia determinante o influyente en el mundo y fuera de él. Todo el que se revuelca en la miseria, ve en el país rico a un enemigo. Por ello el problema es complejo y de difícil solución. Tiempo requerirá neutralizar no solo a ISIS, sino a todos los movimientos extremistas generadores del terrorismo. Mientras esto sucede, el miedo es el protagonista en la vida de los habitantes de la tierra.