¿Oposición violenta?

 

No estamos justificando la violencia, sino explicándola. ¿Hay motivos para una oposición enardecida? Tristemente sí. Es la cosecha de la opresión con la que el chavismo ha gobernado

Una de las frases más célebres del Chávez candidato fue “freír en aceite las cabezas de los adecos” la cual fue celebrada por sus adeptos, en repudio contra quienes ingenuamente se suponía cometieron los peores e insuperables casos de corrupción ¿qué pensarán hoy?

Ya en Miraflores el “comandante” continuó alimentando el repertorio de insultos contra quienes pensaban distinto, los llamó escuálidos, pitiyankees, apátridas, majunches y pare de contar, actitud que desafió los preceptos más básicos de la democracia e inhabilitó el diálogo, minó el entendimiento a cualquier nivel, incluso, desde ese momento familias venezolanas y amistades en general comenzaron a segregarse.

Luego de los reyertosos sucesos de 2002, de sus irreparables pérdidas de vidas humanas y económicas que el propio Chávez confesara provocó intencionalmente para depurar PDVSA y decantar lealtades, su Gobierno creó la inefable “lista Tascón”. Pero ese inventario de identidades evolucionó trágicamente a la “lista Maisanta” complementando los despreciables fines de la anterior, aún se usa para discriminar a quienes no militan en el PSUV, a quienes no son obedientes a “la revolución”. Con ella también se excluye a los opositores de recibir créditos o financiamientos públicos, ser beneficiarios de cualquier “política social”, etcétera.

Asimismo, el Gobierno aplica el apartheida organizaciones sociales no controladas por su partido, por ejemplo, niega registrar consejos comunales y comunas de zonas no chavistas, no tienen derecho a ningún “beneficio” otorgado por esa vía. Maduro basa su gestión eludiendo responsabilidades con acusaciones vilipendiosas e indecentes contra toda oposición y utiliza a la GNB y la PNB para reprimir bárbaramente al pueblo que se opone a la sobrevivencia indigna, represión en la que participan paramilitares que delinquen ante la culposa permisividad de las autoridades competentes.

A todo esto, sumen los niveles de inseguridad, escasez, inflación, servicios públicos caotizados, corrupción, denigrantes controles, racionamientos, castración de libertades y derechos, secuestro de procesos electorales, una constituyente inconstitucional e ilegítima y un Presidente que baila por TV mientras venezolanos son asesinados por protestar… No estamos justificando la violencia, sino explicándola. ¿Hay motivos para una oposición enardecida? Tristemente sí. Es la cosecha de la opresión con la que el chavismo ha gobernado.

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