
En un esfuerzo por conseguir el respaldo militar, el Parlamento opositor tramita un proyecto de amnistía para funcionarios y militares que desobedezcan al mandatario
La oposición de Venezuela está cada vez más enfocada en tratar de convencer a militantes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela de que se unan a un gobierno de transición, en momentos en que el presidente Nicolás Maduro se aferra al poder pese a una inédita presión para que renuncie, reseñó la agencia de noticias Reuters.
En enero, el jefe del Congreso, Juan Guaidó, invocó artículos de la Constitución para asumir la presidencia interina tras declarar a Maduro como un “usurpador” porque fue reelegido en mayo del 2018 en comicios vistos como una farsa.
En un esfuerzo por conseguir el respaldo militar, el Parlamento opositor tramita un proyecto de amnistía para funcionarios y militares que desobedezcan al mandatario.
Pero las deserciones militares han sido mínimas y los altos mandos han reiterado su lealtad a Maduro, quebrando las esperanzas de un cambio rápido que podría terminar con el desastre económico que ha llevado a millones de venezolanos a emigrar, alentando una crisis regional.
Líderes opositores hablan cada vez más sobre incluir a figuras del PSUV en un posible gobierno de transición.
“Esa transición supone un gran acuerdo nacional entre las fuerzas políticas del país”, dijo a Reuters Edgar Zambrano, vicepresidente del Congreso, bajo control opositor, señalando que sería posible incluir al chavismo, el movimiento fundado por el fallecido líder y mentor de Maduro, Hugo Chávez.
“El chavismo no lo puedes desaparecer. Tú no puedes pasar de perseguido a perseguidor. No es una venganza política”, agregó.
Todavía no es evidente cuán activa es la oposición en la construcción de esos puentes con el oficialismo y líderes políticos han evitado discutir sobre esas conversaciones confidenciales para evitar afectar a los involucrados.
Maduro dice que es víctima de un intento de golpe de Estado orquestado desde Estados Unidos y dice que seguirá en la presidencia.
Algunos partidarios de la oposición esperan ver a Maduro y a sus aliados exiliados o tras las rejas, y se sentirían frustrados con los intentos de sumarlos al proceso.
La decisión de Guaidó de asumir la presidencia interina generó una oleada de entusiasmo en la oposición y manifestaciones callejeras.
Las esperanzas de un cambio se alimentaron además con el rápido reconocimiento a Guaidó de docenas de países de todo el mundo, incluido Estados Unidos, y duras sanciones de Washington al clave sector petrolero.
Algunos en la oposición admiten de forma confidencial que esperaban un pronunciamiento militar a favor de Guaidó el 23 de enero. El alto mando militar guardó silencio sobre la decisión de Guaidó, lo que llevó a especulaciones de que Maduro negociaba con los oficiales para que no se cambiaran de bando.
Solo un puñado de oficiales activos ha salido en apoyo de Guaidó, y las expectativas han dado paso a una realidad de un camino lento y complicado.
“No creo que (Washington) comprendiera las complejidades del objetivo: Venezuela”, dijo un exfuncionario de la administración estadounidense que ha estado en contacto con sus compañeros aún en ejercicio.
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