Las alarmas están encendidas desde abril por el elevado número de fallecidos por sarampión en Delta Amacuro
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reveló que en Venezuela fallecieron 35 personas diagnosticadas con sarampión, desde que reapareció la enfermedad en el año 2017. De esa cifra de mortalidad, 33 pacientes eran del estado Delta Amacuro, entidad que tiene actualmente la mayor tasa de incidencia por el virus.
La información se desprende del último boletín epidemiológico sobre sarampión en las Américas que publicó el pasado viernes la OPS. El informe no detalla dónde murieron los dos casos restantes. Los reportes extraoficiales indican que se notificaron fallecidos por el virus en Bolívar y Distrito Capital. En Caracas, hasta el momento, solo se tiene conocimiento de cuatro niños que perdieron su vida al complicarse con la enfermedad entre febrero y junio, que fueron previamente atendidos en el Hospital J.M. de los Ríos.
Las alarmas están encendidas desde abril por el elevado número de fallecidos por sarampión en Delta Amacuro. El Observatorio Indígena de la asociación civil Kapé Kapé contabiliza que más de 100 niños y adolescentes murieron a causa de la enfermedad viral en los municipios Tucupita, Pedernales y Antonio Díaz de la entidad. Para ese entonces, la Dirección Regional de Salud de Delta Amacuro reconocía apenas 12 casos letales por sarampión, ocurridas en dos jurisdicciones del estado entre diciembre de 2017 y marzo de 2018.
Planes
En el marco del plan de respuesta rápida para detener el avance de la enfermedad, que comenzó a desarrollar en noviembre el Ministerio de Salud con apoyo de la OPS, estaba contemplado, en su primera fase, vacunar masivamente a la población de Delta Amacuro. Sin embargo, tras el registro de las primeras muertes, la autoridad única en Salud de la entidad, Martín Márquez, anunció una jornada de inmunización en el municipio Antonio Díaz, sin ofrecer más detalles.
La Sociedad Venezolana de Salud Pública consideró inadmisible el retraso de cinco meses en la implementación de la estrategia de inmunización, al considerar que la población de Delta Amacuro es susceptible a enfermedades infecciosas porque no poseen inmunidad natural y vive en condiciones precarias y de desnutrición; además que no tiene acceso a centros de salud dotados con insumos ni medicinas ni a vacunas para proteger a los niños del sarampión.