Solistas
Suena un arpegio en los cuatros de Ramir Salazar y de José “Cochonita” Sulbarán. El tecladista Alejandro Castillo asume el rol de dirigir musicalmente el ensayo e indica los tonos que deben tocar los intérpretes de la parte melódica. Los integrantes de la percusión están atentos. Piden silencio y el nutrido grupo de solistas arrancan a cantar, dejando boquiabiertos a los pocos privilegiados en presenciar ese momento musical y espiritual. Se trata del único ensayo previo a la Bajada de La Chinita que realizan Los Chiquinquireños, agrupación dedicada a interpretar oraciones hechas gaitas.
Son las 5.50 de la tarde. La parte superior de un reconocido restaurante de la capital zuliana se convierte en un improvisado salón de ensayos para la agrupación gaitera más importante de los últimos años. Danelo Badell y Argenis Sánchez entonan los versos de El pueblo elegido, uno de los 18 temas que este año grabó la agrupación para la temporada 2015.
Ya son 17 años que cumple esta iniciativa creada en 1998 como una promesa a la excelsa patrona de los zulianos. Sus integrantes, tanto el “tren delantero” como los instrumentistas, son considerados los mejores gaiteros de la región, pero debido a su fervor chiquinquireño no perciben ningún pago. Su recompensa está en la alegría de cantarle a La Chinita y en saber que lo recaudado con la venta del disco va a las escuelas arquidiocesanas.
La tarde se hace noche y Danelo pide adelantar los temas que interpreta. Tiene un compromiso familiar. “Cantar para la Virgen es indescriptible, porque en ese momento cuando uno ve la imagen santa de la Virgen uno no sabe si reír o llorar. Expreso esto con el mayor de los cariños hacia mi patrona, hacia mi madre espiritual, la Virgen de Chiquinquirá”, precisa antes de abrazarse y despedirse de sus compañeros.
Le toca el turno a Carlos González, quien con su regia voz, ensaya La campeona de la salud y Qué gaita quieres que cante. Afirma que se siente bendecido por ofrecerle su don a la Virgen. “Es una emoción muy grande para todos los que estamos aquí. Sobre todo cuando le estamos cantando y la colocan de frente. Hay que estar ahí para saber lo que se siente”
Las horas transcurren y siguen preparando varios temas de este año. Los coros entonan el Corazón de la Virgen.Piden que se acerque Jaime Indriago, quien enmudece a los presentes con su imponente voz. Canta pueblo canta le eriza la piel a los presentes. El orgullo de Ciudad Ojeda explica lo que siente al estar frente a su patrona. “Cantarle a nuestra Virgen es una bendición. Se trata de cantar oraciones y vestirse de espiritualidad que se resume en el canto y la devoción que tiene el zuliano hacia nuestra patrona. Allí se resume todo”.
Pasadas las 8.00 de la noche finaliza el ensayo. Todos se despiden y confían que una vez más expresarán sus dones musicales a la Virgen Morena. Pese a la importancia y trayectoria de la agrupación, su única presentación en vivo se da cada último sábado de octubre. Restan dos días y ya están preparados. Mañana, nuevamente sus oraciones hechas gaitas le darán la bienvenida a la dama del Saladillo en su tradicional encuentro con su grey.
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Integrantes de Los Chiquinquireños
Solistas:
Carlos Delgado, Wilfredo Delgado, Luis Ángel Aguirre, Ricardo Cepeda, Betulio Medina, Neguito Borjas, Argenis Sánchez, Danelo Badell, Carlos González, Endry Méndez, Alfonso Marín, Eileen Pulgar, Douglas Ochoa y Jaime Indriago.
Cuatristas:
Ramir Salazar y José Sulbarán.
Tamboreros:
Humberto Sánchez (el Ovejo), Alvis Reyes y José (Pokemón) Ferrer.
Congas:
Manolo Medina
Bajos:
Gustavo Luengo y Fernando Fernández
Teclados:
Edwin Pulgar y Alejandro Castillo
Charrascas:
Carlos Sánchez y Luis (Moncho) Martínez
Guitarra y bandolina:
Jacobo Barrios y Gabriel Lugo
Furreros:
Nerio Pirela, Fidel Medina y José (Cheo) Silva