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Orlando amaneció ayer de luto el lunes por las 49 personas que fueron asesinadas en un club gay, mientras el FBI dio a conocer que el asesino al parecer era un “extremista de origen interno” que manifestó su apoyo a un revoltijo de organizaciones islámicas con frecuencia enfrentadas entre sí.
Mientras sacaban el último de los cadáveres del centro nocturno Pulse y se improvisaban altares para las víctimas de la peor balacera en Estados Unidos, la historia comienza a tomar forma mientras las autoridades indagan los antecedentes de Omar Mateen y defienden la forma como tuvieron contacto con él anteriormente.
El sospechoso, un musulmán de 29 años nacido en EEUU, entró al recinto armado con un fusil AR-15 y disparó sin descanso: 20 rondas, 40, 50 y luego más, según las autoridades. En un espacio tan reducido, las balas difícilmente erraban. Disparó a la Policía. Tomó rehenes y falleció en un intercambio de disparos con miembros de los equipos especiales SWAT.
La tragedia sacudió al país y ensombreció a Orlando, ciudad conocida en todo el mundo por ser hogar de Walt Disney World y de otros parques temáticos. “No seremos definidos por el acto de un cobarde”, declaró el alcalde Buddy Dyer.
El director del FBI, James Comey, dijo que Mateen tenía “fuertes indicios de radicalización” y que probablemente estaba inspirado por organizaciones terroristas extranjeras.
Agregó que Mateen llamó al número de emergencias 911 más o menos al mismo tiempo que sucedió el ataque y no solo expresó su lealtad al grupo extremista Estado Islámico, sino también su solidaridad con los hermanos Tsarnaev -autores de los atentados al Maratón de Boston- y con un suicida que se inmoló en nombre del Frente al-Nusra, un grupo rival del Estado Islámico.
En la Casa Blanca, el presidente Barack Obama dijo que no hay clara evidencia hasta ahora de que Mateen se inspirara en el Estado Islámico. Agregó que se inspiró en información radical que vio en internet, y dijo que se trataba de otro ejemplo de “extremismo de origen interno”.
De las 49 víctimas mortales ya identificadas, 12 son de Puerto Rico, tres de México, uno de Venezuela, una de República Dominicana y otra de Guatemala.
De la balecera, al menos 53 personas están hospitalizadas, cinco de ellas en estado grave.
Un venezolano entre los muertos
Un venezolano aparece en la lista de víctimas por la masacre ocurrida en el club gay de Orlando. El joven fue identificado como Simón Adrián Carrillo Fernández, de 31 años. El joven era oriundo de Cabudare, estado Lara, y había decidido emigrar a los Estados Unidos desde hace un par de años. La información fue difundida por el periodista de sucesos Roman Camacho en Twitter y confirmada por el diario El Mundo de España.