Sus "lamentos" y suplicas no recaen por estar en una silla de ruedas o no tener comida, su "tristeza" pasa por saber, que en solo un día quedarán sin el tratamiento correspondiente que les permite mantenerse con vida "además de la bendición de Dios
Su vida "no depende" de una máquina, ahora esperan que los responsables de darles sus insumos y tratamiento no los dejen morir. Existe un "culpable", y todos apuntan al Instituto Venezolanos de los Seguros Sociales (IVSS), mientras que protestan en la calle 72 con 14 A del sector Delicias.
Sus "lamentos" y suplicas no recaen por estar en una silla de ruedas o no tener comida, su "tristeza" pasa por saber, que en solo un día quedarán sin el tratamiento correspondiente que les permite mantenerse con vida "además de la bendición de Dios". Marbella Polanco, una paciente de diálisis de 54 años, lleva nueve con esa vida, pero "nunca fue tan difícil sobrevivir". Desde la 5.00 de la mañana que permanecía frente al centro de salud privado, no tenía luz tras explotarse un transformador por lo que vivió otro "martirio" al estar en "veremos" su atención.
La dama, de etnia wayuu, no se dializaba desde el sábado por lo que estaba "desesperada", pero solo piensa en que la reserva de insumos y medicamentos tanto para ella como para sus compañeros, se terminó, por lo que no "aguantará más".
Sin tiempo
Unos 140 pacientes permanecen es ascuas ante este "desolador" escenario solo en ese centro asistencial y Juan Vázquez, de 44 años, es uno de ellos. Tres veces a la semana debe viajar desde Paraguaipoa, su tierra natal, hasta Maracaibo y solo en transporte debe invertir 20 mil bolívares en cada traslado para lograr cumplir con su tratamiento de diálisis. "Nos quedamos sin el kit que contiene todo lo que necesitamos. Esto es desesperante".
Su situación no es reciente, desde junio, al menos 13 de sus compañeros fallecieron debido a múltiples factores, entre ellos la escasez, mala alimentación y mortificación. El "fuerte" calor, no los amilanó y a pesar de que desde hace tres meses se presentan los problemas con los insumos y medicamentos, se niegan a morir ante la "indiferencia de un Gobierno que los abandonó".
En un comunicado, la Sociedad Venezolana de Nefrología, expresó su preocupación ante el deterioro progresivo de las instituciones de salud, merma constante de recursos y materiales médico quirúrgicos que arropa a los pacientes que padecen situaciones complejas de salud con altos costos en su tratamiento. En los últimos tres meses, reza el comunicado, "ocurren una profunda carencia de recursos para atenderlos en las unidades de diálisis, que sumado a otros factores como la alimentación, ocasionan que los pacientes resientan los embates de la crisis, lo que aumenta las tasas de morbimortalidad por procesos infecciosos y cardiovasculares".
Sobreviven
A José Hernández le toca acarrear con los gastos ante la "ineficiencia" gubernamental de proveerlos como corresponde. Desde hace un año se dializa y la batalla que debe librar la lleva, solo espera que el responsable de "todo" no los ataque.
Los pacientes de diálisis esperaron más de cuatro horas a que llegara la luz con calor. Anhelan continuar con su tratamiento y tener una vida mejor. Exigieron una respuesta de las autoridades y cumplir con sus cuatro horas de atención y no dos. Temen sufrir un infarto, paro respiratorio, accidente cerebro vascular e incluso y "lo más probable” perder la batalla ante alguien que nunca dio cara.
Los gastos
Solución fisiológica: 10 mil bolívares
Heparina ampolla: 20 mil bolívares
Aguja: 6 mil bolívares, cada una
Total: 26 mil bolívares por cada tratamiento