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Una ráfaga de disparos anunció un nuevo hecho de sangre en la calle principal del sector El Guaimaral, parroquia Marcelino Briceño del municipio Baralt. A Nerio de Jesús Montilla López (49) y a Nerio de Jesús Montilla Torres (32), su hijo, los acribillaron frente a su casa, una finca.
Más de 15 casquillos había en el lugar. Todas las balas llegaron a los Montilla. Conversaban en el frente de su residencia, antes de salir a sus labores diarias, sus asesinos los sorprendieron. Los vecinos contaron que eran cinco delincuentes a bordo de una camioneta blanca. Se detuvieron, bajaron los vidrios y dispararon.
Al cesar los tiros, la esposa y otros hermanos salieron de la casa y los consiguieron desangrándose en la arena. La familia no pudo hacer nada, al tocarlos ya estaban sin signos vitales. Uno al lado del otro. “Ya no respiraban, contaron los parientes”, explicó un policía que resguardaba la escena.
Dos versiones
La esposa y madre de los Montilla, en medio del llanto, contó que su esposo había recibido llamadas telefónicas, “eran unos extorsionadores”. Al parecer, lo amenazaron de muerte, desde hace semanas. Le exigían una cuantiosa suma de dinero a cambio de su protección y la de la familia. De lo contrario, la muerte.
En medio del llanto, la esposa de Montilla y madre del infortunado, dijo que Nerio (padre) había recibido llamadas telefónicas de parte de un grupo de extorsionadores. Al hombre lo amenazaban de muerte desde las últimas semanas. Le exigían el pago de una alta suma de dinero a cambio de su protección y la de su familia.
Según un cercano, al hijo “tenían rato buscándolo para matarlo”. Policías cuentan que andaba en malos pasos y había tenido problemas con los miembros de una banda rival. “Lo mataron junto a su papá para no dejar testigos. Algo debía”.
La Policía científica llegó al lugar y la Policía regional y la Policía municipal de Baralt hicieron un cerco humano para que los detectives hicieran su trabajo. Los investigadores levantaron los cuerpos, tras tomar las evidencias, y los llevaron a la morgue para iniciar las investigaciones. La familia Montilla exigió justicia.