Más de 80 afectados por la escasez y restricciones en la recepción de materia prima protestaron en galpones de Monaca. Piden a empresas procesadoras del cereal código directo de abastecimiento
Las plantas procesadoras de trigo restringen colocaciones a distribuidores que surten a pequeños y medianos transformadores. Ayer, un grupo de la Asociación de Panaderos, Pasteleros, Pizzeros y Artesanos del estado Zulia paralizó la recepción y salida de inventarios de galpones de Monaca. Acusaron que las limitaciones aceleraron la especulación en el “mercado negro” de harina de trigo. El saco, bajo fijación de precio justo, a mil 850 bolívares se vende a topes de 15 mil bolívares en establecimientos informales.
Tulio Beceira, vocero de la asociación, explicó que desde hace seis semanas se agravó el abasto de materia prima. En los molinos negaron los despachos a los distribuidores. “Primero era porque no había harina, ahora porque están fumigando y estamos sin harina”.
Las razones que exponen desde los silos suenan a excusa. Luis Angarita, presidente del sector que agrupa más de 80 negocios de San Francisco, Maracaibo, Jesús Enrique Lossada y foráneos, destacó que los depósitos “están repletos de harina”.
No existe interés de la empresa en atender a una comisión de panaderos afectados. Aseguró que están en riesgo cerca de dos mil empleos directos e indirectos. Lo peor es que los dueños de negocios pierden el capital invertido para mantener la producción y las familias ven encarecer el pan. “Tenemos más de un mes parados”.
Quienes se atreven a comprar harina por encima de la fijación de venta tienen que vender a por encima de 20 bolívares cada pan. Precio que “no pueden pagar” los clientes de zonas humildes. Angarita detalló que “de un saco de 45 kilos salen mil 200 panes. Tienes que vender por encima de 12 bolívares para tener una ganancia” solo por harina. Con el costo de la manteca, azúcar y demás ingredientes se eleva cada pieza a 20 bolívares.
Sin solución
Rafael Ferrer, de la Panadería Pachano, criticó que los revendedores “ofrecen el saco a precios excesivos. No dan los costos para mantener la producción. Tuve que cerrar y enviar a sus casas a cinco trabajadores. Tengo días sin trabajar”.
Perla Palencia, vicepresidenta de la asociación, afirmó que desde hace 10 meses están coordinando con la industria, Sunagro y Gobernación del Zulia una solución para los pequeños productores de pan. Emitieron cartas a Sunagro y Ministerio de Alimentación para lograr acceder al abastecimiento directo de las plantas y no de distribuidores, pero la competencia de autorizar está en Caracas. “Hay una prohibición” por ser región fronteriza que obstaculiza suministrar trigo a los negocios.
Los panaderos pidieron a las autoridades responsables de atender las necesidades de materia prima, una “solución”. Hay posibilidades de lograr inventarios de Barquisimeto y otras regiones pero la negativa de movilización cierra las posibilidades. Reclamaron a Monaca cumplir los acuerdos alcanzados el año pasado.