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El papa Francisco exhorta sobre la urgencia de procurar los medios necesarios para librar a la humanidad del hambre y promover una actividad agrícola que satisfaga “las necesidades reales de las diversas áreas del planeta”, lo cual considera un objetivo improrrogable, que exige renovada voluntad.
Su reflexión la plasma en una misiva enviada al director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), José Graziano da Silva, a propósito de conmemorarse este viernes el Día Mundial de la Alimentación.
En su mensaje, el Papa subraya cómo la búsqueda afanosa del beneficio, intereses particulares y efectos de políticas injustas impiden una cooperación eficaz en el seno de la comunidad internacional y recalca lo mucho que queda por hacer en cuanto a seguridad alimentaria.
Sostiene que “son muchas las personas que pasan hambre y malnutrición, sobre todo por la distribución inicua de los frutos de la tierra, pero también por la falta de desarrollo agrícola”.
El Día Mundial de la Alimentación se dedica este año a la “Protección social y agricultura para romper el ciclo de la pobreza rural”.
En este sentido, el papa Francisco reitera la importancia de la responsabilidad hacia los dos tercios de la población mundial que carece de protección social, como pequeños agricultores, ganaderos, pescadores y agentes forestales.
“Son personas (…) que reclaman que las apoyemos, para poder mirar el futuro con un mínimo de esperanza. Piden a los gobiernos y a las instituciones internacionales que actúen cuanto antes”, puntualizó.
De ahí su llamado “a una solidaridad transformada en gestos tangibles, que requiere compartir y no sólo una mejor gestión de los riesgos sociales y económicos o una ayuda puntual con motivo de catástrofes y crisis ambientales. Es esto lo que se pide a la FAO”.
El Papa se pregunta si “¿Es todavía posible concebir una sociedad en la que los recursos queden en manos de unos pocos y los menos favorecidos se vean obligados a recoger solo las migajas?”.
Dentro de ese contexto, señala que la ausencia de una justicia distributiva genera siempre violencia y atenta contra la paz social.
El Papa además espera que la Agenda de Desarrollo Sostenible para 2030, aprobada recientemente por Naciones Unidas, “no se quede sólo en un conjunto de reglas o de posibles acuerdos” sino “inspire un modelo diverso de protección social, tanto en el plano internacional como nacional”.