El papa León XIV aprovechó este domingo la tradicional bendición de las figuras del Belén del Niño Jesús para hacer un llamado a la oración por la paz de todos los niños en el mundo, tras el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro.
Desde la ventana del Palacio Apostólico, el pontífice invitó especialmente a los jóvenes a encomendar sus intenciones ante el pesebre y a rezar por él. “Oremos juntos para que todos los niños del mundo puedan vivir en paz”, expresó ante los fieles congregados.
La plaza vaticana fue escenario de la Bendición de los Niños de Belén, una celebración en la que familias, niños y jóvenes llevan sus figuras del Niño Jesús para que sean bendecidas antes de colocarlas en pesebres de hogares, escuelas y oratorios. Las imágenes, de distintos tamaños, llenaron el lugar durante la jornada.
León XIV dirigió un saludo especial a los niños y jóvenes de Roma, protagonistas de esta tradición que se remonta a la década de 1980 y es promovida por el Centro de Oratorios Romanos.
A lo largo de la mañana, catequistas y animadores organizaron actividades recreativas previas a la oración del ángelus.
El papa participó por primera vez en esta celebración y agradeció a los organizadores por mantener viva la iniciativa. En el cierre de su mensaje, cuando faltan pocas semanas para el final del Jubileo de la Esperanza, deseó a los presentes “un buen domingo y una Navidad santa y serena”.
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