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“Yo no tengo ningún problema con el presidente Macri. No me gustan los conflictos. Ya me cansé de repetir eso”, declaró el pontífice en una entrevista exclusiva al diario La Nación, sobre la supuesta frialdad de las relaciones entre ambos.
En 2009, cuando Francisco era el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, Macri era el alcalde de la ciudad. El futuro papa reaccionó airadamente cuando Macri decidió no apelar un fallo judicial que otorgó la licencia matrimonial a una pareja gay. El magisterio de la Iglesia sostiene que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Macri replicó entonces que era necesario aceptar la realidad cambiante. Argentina legalizó el matrimonio gay en 2010.
El papa afirmó que tuvo problemas con el mandatario “una sola vez, en Buenos Aires, durante más de seis años de convivencia. Él como jefe de gobierno de la Capital y yo como arzobispo. Una sola vez en tanto tiempo. El promedio es muy bajo”, señaló, añadiendo del presidente que “me parece una persona bien nacida, una persona noble”.
Con esto zanjó una polémica sobre malas relaciones entre ambos que se viene extendiendo en el país desde que Macri asumió el poder el pasado mes de diciembre y que se intensificó en febrero cuando el mandatario visitó oficialmente el Vaticano y versiones periodísticas calificarán de “frío” el encuentro entre ambos.