Papel electrizante

 Les está saliendo el tiro por la culata, los bajones, apagones y racionamientos no mienten. El cable del Puente General Rafael Urdaneta, (PGRU), tiene más parches que una tripa de bicicleta, con más de 40 años de servicio, de seguirlo sobrecargando por falta de MW locales, pudiera dar una falla catastrófica

Los apagones, bajones y racionamientos no dan tregua a los marabinos, zulianos, andinos, llaneros, falconianos y muy pronto carabobeños, aragüeños, guariqueños y demás estados del centro de Venezuela; esto es el indetenible “Caos Eléctrico Nacional”, CEN. El cable adosado del Puente General Rafael Urdaneta, PGRU, enfrenta el final de su vida útil, por el abuso de la sobrecarga y malas reparaciones. El CEN no da tregua, porque Corpoelec y su modelo de gestión inviable se ha convertido en el agravante del CEN, como reacción atómica en cadena.

A través de 205 columnas escritas por este diario, se han cubierto las múltiples razones del CEN, pero el último agravamiento de su expansión por la geografía nacional fue la paupérrima gestión del 2018. No existe ninguna cifra de dinero que pueda alcanzarle al régimen para resolver este caos, porque la electricidad está incrustada en todo el accionar de la vida moderna. Y no le alcanza por la corrupción y la improvisación técnica.

En el Zulia se han dedicado más de nueve mil millones de dólares en 20 años y se han quedado en el tintero más de 1.500 MW inconclusos, que requieren nuevas deudas. Somos el hogar de las plantas térmicas más costosas del mundo en dólares por kW, como Bachaquero, que ni siquiera ha alumbrado un bombillo y terminamos con una demanda estrangulada y similar a la de 18 años atrás y la cual continúa en una carrera en picada hacia un fondo, colocando no solo al Zulia, pero a toda una nación en una dimensión desconocida.

El accionar del régimen con el CEN se traduce en un simple párrafo: nunca tienen el tiempo para hacer bien las cosas la primera vez, pero sí para volverlas hacer mal y seguir robando, mientras ocultan cobardemente la información del Sector Eléctrico Venezolano, SEV, engañan. Les está saliendo el tiro por la culata, los bajones, apagones y racionamientos no mienten.

El cable del Puente General Rafael Urdaneta tiene más parches que una tripa de bicicleta, con más de 40 años de servicio, de seguirlo sobrecargando por falta de MW locales, pudiera dar una falla catastrófica. La hora del cambio nos llama, no fallemos. ¡Pa’lante que para atrás espanta!

 

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