Hoy,
Hoy quiero dedicar este espacio, a mi hija Dariela Judith Durán Aular, que aunque ya es una adulta joven que ha logrado cada una de sus metas, llenándome de satisfacciones, siempre será mi bebé.
Como madre debo reconocer cuanto valora ella a la familia, es un gran ejemplo para sus hermanas. Todas mis hijas están pendiente de mí, pero a Dariela es a la que más veo, además que ella tiene una gran virtud, ¡aunque parece un oso de peluche es muy fuerte de carácter!
Debo reconocer que sus hijos llevan su estirpe. Como muchas venezolanas, ha tenido que superar situaciones difíciles; durante la enfermedad de su padre, aún lejos, ella estuvo pendiente de cada una de las necesidades que él tuviese y en los últimos meses, ella siempre lo atendió.
Durante estos años nos hemos unido más, las vivencias compartidas han fortalecido nuestra relación, por lo que le pido a Dios nos permita reunirnos por más tiempo y que me conceda el deseo de conocer a mis bisnietos, ya que su hija mayor cumple 22 años.
Ella ama a Venezuela, en especial su gastronomía, por lo que ha aprendido a hacer y la lleva consigo a cualquier parte del mundo. Como muchos jóvenes que han salido de nuestro país, ella tuvo que emigrar buscando mejores condiciones de vida.
“Mi bebé grande”, como cariñosamente la llamo, es preparada, entusiasta, trabajadora, excelente madre, esposa e hija. Dariela ha aportado todo lo que está en sus manos para fortalecer a su familia y sobre todo para estar pendiente de mi persona.
También posee una bondad y un humanismo que la cataloga como una gran mujer y siempre está dispuesta a ayudar a los demás. Sus decisiones siempre han sido las más acertadas y correctas, que la han llevado a caminar por los mejores rumbos de la vida y eso es digno de admiración.
Hoy, cuando cumples un año más de vida, quiero que sepas que aquí estaré siempre. Soy tu mamá en las buenas y en las malas, pero sobre todas las cosas soy tu amiga y tu confidente, gracias por la confianza que me has brindado, yo nunca te fallaré.
Es el primer cumpleaños sin la presencia de tu papá, pero estoy segura que desde el cielo, se siente orgulloso como lo estoy yo de verte realizada y feliz.
Hija amada deseo que tengas un ¡feliz cumpleaños! y que Dios nuestro señor, te colme de bendiciones siempre y conceda los deseos de tu corazón.