El ignorante grita; el sabio calla ante las palabras de los estúpidos para no caer en una diatriba de bajo nivel. De eso se trata esta conducta siniestra, en la ley del más fuerte -pero de cuerpo- y no en la razón
La escritura en mayúscula en los comentarios que defienden al régimen contra las críticas de la oposición, identifica al gritón de oficio, al ignorante que quiere hacer valer sus postulados a la fuerza.
En otras palabras: El ignorante grita; el sabio calla ante las palabras de los estúpidos para no caer en una diatriba de bajo nivel. De eso se trata esta conducta siniestra, en la ley del más fuerte -pero de cuerpo- y no en la razón; toda una amalgama de insensateces captadas de mentores izquierdistas para adoctrinar a crédulos e ignorantes de política, como apóstoles de la infamia para calumniar y conspirar en detrimento del espíritu productivo de la gente “proba”, como plantea Carolina Jaimes en su artículo “Cuando ustedes se vayan”.
El descaro del vocero siniestro es la ironía de su perverso izquierdismo, altruista, pero no filantrópico, para cosechar imagen, pero de un poderoso sofisma que engaña al ignorante que quieren mantener a nivel de pobreza, para manejarle, y mantenerles como ovejas o como carne de cañón (delincuentes) para hacer el trabajo sucio, y al ingenuo, sumiso y trabajador desposeído, como base de su proyecto terrorífico y criminal llamado Socialismo del siglo XXI, que es el mismo que ha matado sin guerras a más de 50 millones de personas en menos de 100 años.
Estos voceros de carnet y no de cargo, particularmente, son otras víctimas de la enajenación mental que produce el discurso (LA 440 Hz) sofista y falaz, inventado por los nazis mediante Goebbels y, adoptado por los actuales déspotas socialistas-comunistas (feudales) mediante ministerios felones como el de Poder Popular para la Información y Propaganda, y cuya consigna es nada menos que el concepto imputado a Maquiavelo: “el fin justifica los medios” caso que con la “doctrina” propagandística goebbeliana, “una mentira repetida mil veces, termina creyéndose como verdad”, han causado caos de la magnitud del magnicidio como holocausto, holodomor, masacres en Camboya (campos de la muerte), y genocidas como Hitler, Stalin, Ho chi min, NuonChea y KhieuSamphan, Gaddafi, Idi Amín Dada, y Fidel Castro. Con instrumentos políticos represivos como el PolPot. OGPU; NKVD; Ejército rojo, G2, KGB, Camisas pardas, camisas negras, Colectivos, etc. Lo triste de su idiosincrasia es no haber podido ser mejores para no dejarse engañar