Tras
El Parlamento autónomo de Escocia rechazó hoy por 82 votos contra 36 una ley que preveía legalizar el suicidio asistido para personas con enfermedades terminales.
Tras debatir el texto, los diputados del Parlamento de Holyrood (Edimburgo) se pronunciaron sobre una regulación que buscaba permitir a los médicos ayudar a los pacientes que soliciten terminar con su vida.
La ley, que no contaba con el apoyo del gobierno del Partido Nacionalista Escocés (SNP), fue presentada por el líder del Partido Verde en Escocia, Patrick Harvie.
La parlamentaria independiente Margo MacDonald, que murió en abril de 2014 tras una larga batalla contra el Parkinson, ya presentó hace cinco años una legislación similar en la cámara, que también fue rechazada entonces.
“Espero que todos los miembros del Parlamento entiendan la idea de que los seres humanos tienen derecho a tomar una decisión cuando padecen una enfermedad terminal o que va a acortar su vida”, dijo hoy Harvie al abrir el debate.
El comité de Salud del Parlamento escocés emitió recientemente un informe en el que concluía que la ley contiene “defectos significativos” y se mostró contrario a sus principios generales.
La ministra escocesa de Salud, Shona Robison, afirmó que el ejecutivo autónomo considera que no puede ser legal “asistir a alguien a cometer suicidio” y subrayó que su Gobierno “no tiene planes de cambiar eso”.
El suicidio asistido está prohibido asimismo en el resto de Reino Unido, donde esta semana levantó polémica la muerte del empresario británico Jeffrey Spector, de 54 años, enfermo de cáncer y que viajó a Suiza para acabar con su vida.