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El juvenil Adalberto Peñaranda sumó ayer otra razón de peso para certificar que con él se está en presencia de una aparición fulgurante. El criollo, de 18 años, cambió, en tan solo tres minutos, el encuentro entre el Granada y Leganés, por la vuelta de la cuarta ronda de la Copa del Rey, para ayudar a que los andaluces ganaran (1-0) en casa y pasaran de ronda con un marcador global (2-2).
Peñaranda, había sido resguardado en el banquillo, pero su entrenador José Ramón Sandoval no dudó en echar mano de él, cuando la serie seguía 1-2 en favor del Leganés, lo que eliminaba a la escuadra del criollo.
El merideño ingresó al minuto 64 y al 67 asistió a Youssef El Arabi para que el conjunto blanquirrojo certificara su acceso a los octavos de final de la competición. El rival de los granadinos se conocerá hoy, cuando se realice el sorteo.