Cada ciudadano debe ser un comunicador y al mismo tiempo guardián de la democracia y los derechos humanos, principales promotores del presente y el futuro en plena libertad
Remota la conmemoración del Día Nacional del Periodista, el pasado 27 de junio y el Día Mundial de la Libertad de Prensa en el mes de mayo, pero siempre es propicia la ocasión para dilucidar sobre la agonía que padece nuestra libertad de expresión e información, las violaciones a la prensa, publicaciones multadas y anuladas, medios de comunicación restringidos, censurados, periodista, reporteros gráficos golpeados, robados y amedrentados, incluso privados de libertad.
En nuestra Constitución se establece, de forma clara y precisa, la protección a la libertad de expresión y la libertad de prensa, indicando que la comunicación es libre y plural. Concretamente, el artículo 57 determina que: "Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura. No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra, ni los mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa".
El periodismo no está aislado del conflicto actual de calle y el Estado debe entender que los periodistas están para informar fehacientemente lo que acontece, ciertamente no para tomar partido, pero sí para ejercer con libre derecho, inherente a la naturaleza de su profesión y según lo que se establece en la norma nacional antes mencionada en un contexto democrático, fortaleciendo así la convivencia de una sociedad más pacífica, justa e inclusiva.
Asimismo, tengo la convicción de que Venezuela necesita una libertad de expresión que sea ejercida y asumida con responsabilidad social. Cada ciudadano debe ser un comunicador y al mismo tiempo guardián de la democracia y los derechos humanos, principales promotores del presente y el futuro en plena libertad. Desde nuestra Universidad del Zulia reflexionamos sobre este alcance y expresamos el sentir compartido en respetar estos derechos que se elevan al rango internacional.