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Era un día como los demás. Un grupo de amigos, periodistas en este caso, conversaban sobre la crisis política, económica y social que vive Venezuela y acentúa cualquier dificultad. Fueron más allá, no se quedaron solo en el debate y decidieron actuar. Pese a la situación, se dieron cuenta que podían aportar alguna solución y pensaron en los más vulnerables: Los pequeños que la pasan mal y que en navidad, no tienen una ilusión que los haga soñar.
La idea de crear “Un Juguete: Una Buena Noticia”, es una iniciativa de profesionales de la comunicación que recolectan juguetes nuevos para niños y niñas de entre 0 y 10 años, para repartirlos en las calles de Caracas. La noble tarea, atenderá a los infantes que están en situación de riesgo, no los que viven en situación de calle, sino los que por una u otra razón trabajan o piden con su familia.
Los juguetes aportados deben ser nuevos y no usados, porque la intención es brindar la oportunidad que desde un principio los niños sientan que fue ideado para ellos y crearles un sentido de pertenencia. Que lo sientan suyo. Que rompan el paquete. Que tengan la misma ilusión que otros tuvieron en su niñez.
Más allá de los titulares
El equipo coordinador, lo integran cinco periodistas que se encargan de recibir los juguetes y cuadrar la logística para entregarlos el 16 de diciembre en las calles caraqueñas. Trabajan con diagnósticos y evitaron involucrarse con una comunidad puntal, por el riesgo de que llegaran niños de zonas aledañas y no pudiesen cubrir la demanda. Por eso escogieron llegar directamente a los pequeños que trabajan en el metro, los que piden a las afueras de ventas de comida, farmacias y panaderías.
Dayimar Ayala, periodista y activista de la iniciativa, desglosa que están a la expectativa de las donaciones ciudadanas y cuentan con el apoyo de colegas y medios de comunicación, para hacer eco de la información y se sumen más. “Las personas que están donando son comunes y corrientes, como nosotros. Conocen lo que hacemos y decidieron contactarnos. Todo ha sido genial. La respuesta de la gente es súper positiva y los que están en el extranjero saben las necesidades que existen en el país y se sumaron. Nos llegaron juguetes de Madrid, Panamá, Alemania y Perú. Otros apoyaron económicamente para que los compremos aquí”.
La recolección se realizará hasta el viernes porque deben clasificarlos, saber cuáles son los de las niñas y los niños, para que edad son adecuados y envolverlos. La recolección cubrió las expectativas según Ayala, sobre todo en la parte emocional. “Los venezolanos son muy solidarios. A pesar de la crisis y los altos costos buscan aportar lo que sea. Queremos movilizar su sensibilidad y corazones para llevarles sonrisa a estos niños”.
Una pisca de alegría
Aun cuando los habitual es trabajar con alimentos o ropa, decidieron hacerlo con juguetes porque “los pequeños viven en un contexto muy difícil y quizás no han tenido la oportunidad ni el tiempo para vivir su niñez”, por lo que un juguete, les podría permitir reencontrarse con eso.
“Si un niño en la calle tiene un carrito, un balón o una muñeca y logra abstraerse de la dura realidad que está viviendo nos parece un buen aporte. No ofrecemos otra cosa, porque no tenemos la capacidad del estado. Él es el responsable de responder por todas estas necesidades primarias”, recalca la periodista. Aún hay oportunidades de colaborar, sea poco o mucho cualquier aporte los niños agradecerán. Un juguete en navidad, alimenta los sueños de pequeños que cuentan sus alegrías y aun le sobran dedos.
Santa por la red
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