El Pesebre de los Olivos muestra 23 años de tradición

Arelis Villarroel de Manzano es la artífice del pesebre que escenifica los cinco misterios que narra la Biblia sobre el nacimiento de Jesucristo

Por 23 años, la familia Manzano Villarroel ha armado el pesebre en el frente de su vivienda, que desde Mérida se concibió el proyecto y este se consolidó para la bendición de su familia. Su obra llama la atención a la distancia de propios y extraños porque los cientos de espejos colgantes y luces de colores atraen las miradas de los transeúntes y sorprenden a los niños.

El pesebre está hecho gracias a los donativos y materiales de reciclaje. Se presentan las cinco estaciones que significan  los cinco misterios del Santísimo Rosario y la historia de San Francisco de Asís.

Este año emplearon 45 días para diseñar las estaciones con 120 bolsas de pan, mil 500 ovejas, patos, aves y ganado, plástico o cerámica, 110 juegos de luces, así como vegetación dentro de botellas de plástico, piñas andinas, arena y un arroyuelo. Todos los insumos se enmarcan impresionantemente en noche estrellada que conmueve a los visitantes.

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Conmemoración 

De derecha a izquierda la historia se cuenta por sí sola: la visitación, la anunciación en el ámbito cristiano se conoce como Anunciación o Salutación angelical al episodio de la vida de la Virgen María en el que el Ángel Gabriel le anuncia que va a ser madre de Jesús. Este episodio aparece narrado en el Evangelio de Lucas (Lc 1, 26-37); El camino hacia Belén, José lleva María a Belén, porque todos los machos tuvieron que ir a su ciudad natal para ser registrado. Como requerido por el censo romano que era a recuento de Israel para objetivos de impuestos. (Lc 2, 1-4); El nacimiento Mateo 1:18-25; Lucas 2:1-7 y La huida a Egipto, Mateo 2:13-15

Arelis Villarroel, licenciada nutricionista y dietista expresa con satisfacción lo “gratificante hacer este tipo de actividades, porque Dios me contribuye. Esto nos trae felicidad en la casa. Ver a los niños sonreír vale más que cualquier cosa, porque cuando uno hace las cosas bien las personas confían en ti y eso es muy trascendental. Esta tradición me la dejó mi abuela y seguiré con esta labor social” confesó 

Del mismo modo cada 6 de enero, Villarroel acostumbra a realizar una actividad para los niños en celebración del día de los Reyes Magos, “anteriormente repartíamos juguetes, pero este año no hemos recibido ayuda de ningún ente gubernamental u ONG a quienes hacemos un llamado, mientras tanto se recurrirá a tomar el dinero de las ofrendas para comprar chucherías y así no perder la tradición”.

Ofrenda Milagrosa

Villarroel mencionó que los habitantes del sector se acercan para pedir deseos y donar objetos como casitas de barro para que Dios les conceda una vivienda propia. “Respetamos las creencias de todos porque nos llena de satisfacción que el pesebre tenga impacto. Queremos que en medio de la crisis generalizada que hay dentro de todas las familias tengan un momento de paz y reflexión sobre la verdadera fe en Dios y que no pierdan las ganas de vivir”.