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El estadounidense Michael Phelps, el deportista más laureado en la historia de los Juegos Olímpicos, agigantó este martes su leyenda, tras conquistar su vigésima quinta medalla al colgarse el oro en la final del relevo 4×200 libre.
Phelps, quien apenas una hora antes había logrado el título en los 200 mariposa, remató el excepcional trabajo del cuarteto norteamericano con una última posta que selló el triunfo de Estados Unidos.
Una victoria que permitió al norteamericano, que disputa en Río sus quintos Juegos Olímpicos consecutivos, acumular con los metales logrados ayer un total de 25 medallas -21 oros, 2 platas y 2 bronces-.
Antes, Phelps sumó otro oro al ganar los 200 metros mariposa. Phelps registró un tiempo de 1:53.36 en un duelo cabeza a cabeza con el japonés Masato Sakay (plata). El podio lo completó el húngaro Tamas Kenderesi, mientras que el defensor del título, el sudafricano Chad le Clos, terminó cuarto.
Phelps no solo consiguió el oro, sino que además es el primer nadador que pierde un título y lo recupera en los Juegos siguientes en 120 años de Olimpíadas modernas.
Los 200 metros mariposa es su carrera favorita, la primera que disputó en unos Juegos Olímpicos, hace 16 años en Sidney-2000.
El astro supo administrar energías y después de los 150 metros, aceleró en un encarnizado duelo con el japonés y el húngaro. Laszlo Cseh, plata en Pekín-2008 y campeón europeo, llegó séptimo.
Phelps ya había escuchado el himno de su país en Río, con sus compañeros del relevo 4×100 libre.