Productores denuncian que “hay gente armada. Sospechosa de indígenas entre ellos. Pareciera que están vigilando las fincas de la zona”. Pide a los cuerpos de seguridad, específicamente a los militares, intensificar la seguridad
La zozobra ronda en la noche. Desde hace cuatro días los productores de El Tokuko, en Machiques de Perijá, están alertas porque “hay gente armada. Sospechosa de indígenas entre ellos. Pareciera que están vigilando las fincas de la zona”, acusa Jorge Núñez, presidente de Gadema.
Pide a los cuerpos de seguridad, específicamente a los militares, intensificar la seguridad. “Es un exhorto. Hay que estar pendiente de esos irregulares que lejos de resolver lo que sería un problema de hambre, es más de despachar y arruinar fincas”.
En los predios Esperanza, Aponcito y adyacencias de El Capitán vieron una movilización inusual de hombres. Se movilizan por la llanura de las fincas hacia la zona de donde está el acueducto de Hidrolago, frontera con el municipio Rosario de Perijá.
“Desde Gadema alertamos al Ejército y la Guardia Nacional. Los comandantes saben. Pasamos unas cartas, comunicaciones por la inseguridad. Hubo un patrullaje de la Guardia Nacional que llegó a la Esperanza y se colabora con la comida, logística”.
El año cierra con fundos que perdieron animales por la arremetida de robos en las zonas rurales. Los ganaderos acusaron que se perdieron litros de leche y kilos de carnes que serían destinados para la producción nacional.