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El ambulatorio Guabina II, ubicado en el sector del mismo nombre, del municipio Cabimas, clama por un “cariñito” a juicio de los vecinos de la zona y sectores aledaños. El espacio ya tiene cerrado casi cinco años y es utilizado como botadero de basura y guarida de delincuentes.
Quienes se servían del lugar añoran su reacondicionamiento y esperan que tanto el Ejecutivo local como regional participen en su rescate. “Ese centro de salud era muy utilizado, tenía buenos médicos y buenos servicios, es lamentable ver cómo se perdió todo porque los delincuentes se llevaron puertas y ventanas”, dijo Omar López, uno de los afectados por la clausura del lugar.
Y es que hasta el cercado se lo terminaron de llevar hace unas semanas. William Cazador, dirigente vecinal, denunció que los delincuentes arrancaron hasta los juegos de baño, incluso las sillas del área de odontología. Al ver el lugar en avanzado estado de deterioro, las personas utilizan el sitio como botadero de desechos. La maleza también invade el terreno.
En las noches, la oscuridad de lo que un día fue un ambulatorio colabora con los delincuentes para atracar a los transeúntes. Además, consumen sustancias estupefacientes y psicotrópicas. Cazador manifestó que, según denuncias de los vecinos, durante el fin de semana una familia invadió el lugar, pero no corroboró la información con funcionarios policiales.
Los responsables de reacondicionar y reactivar el lugar son los representantes del Ejecutivo local, quienes recibieron las peticiones de los perjudicados, pero no hicieron nada. Hasta el cableado eléctrico desapareció. Del centro de salud solo queda la estructura de bloques con pintura desgastada por el sol.