El día a día de los venezolanos está acompañado de inusitados requerimientos. Cada persona vive una realidad diferente con similitudes circunstancias
El día a día de los venezolanos está acompañado de inusitados requerimientos. Cada persona vive una realidad diferente con similitudes circunstancias.
Vivimos tiempos marcados por la justificada preocupación colectiva, ante el drama económico y social que se agudiza cada vez más.
Sin discusión, los venezolanos hemos tenido que aprender a sobrevivir en medio de tantas carencias y dificultades, en medio de una Venezuela parcialmente paralizada, sumida en una tragedia humanitaria, que cobra más vidas que en cualquier país en guerra.
Es admirable el esfuerzo de millones de venezolanos, que impactados por ésta realidad, siguen haciendo grandes esfuerzos por sus familias y por Venezuela; hermanos que todos los días apuestan a salir adelante, a superar la tempestad, y ganados siempre, a contribuir con la tarea de reconstruir el país.
Siento orgullo por miles de compatriotas que con su capacidad de trabajo, con sus conocimientos, no se rinden y siguen adelante haciendo patria.
Pero desde mi punto de vista, éste ciclo de parálisis y destrucción entró en su fase final, para dar inicio este mismo año al nacimiento de una nueva Venezuela; gracias al esfuerzo de millones de venezolanos que decidimos cambiar, y que bien vale la pena reconocer la lucha de la sociedad, de sus diputados, de los partidos políticos como pilares de la democracia; y del Presidente Juan Guaidó.