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¿Cuánto hemos crecido en estos últimos 16 años? Realmente en 16 años debió haber un proyecto de país donde se establezcan objetivos, que hoy en día ya estén culminados o en su defecto deban estar casi totalizados. Un proyecto que ya venía truncado de una intentona golpista y de un gobierno de transición como el de Ramón J. Velásquez, con un chiripero que sacó lo peor de todos los partidos y gobernó de manera mediocre.
Recuerdo vagamente que tenía 13 años y estaba en bachillerato cursando noveno grado, hablábamos muy poco de la situación del país o casi nada. A diferencia de un chamo en la actualidad que te sabe el concepto de cola, bachaqueo y de hasta “guerra económica”. Los temas de conversación eran otros, nuestras preocupaciones eran netamente triviales, como: qué ponerse de ropa, qué novela estaba de moda, el beisbolista del momento, algún cantante o la miss Venezuela más cotizada.
Son pocos los proyectos de país que en Latinoamérica han funcionado, quisiera referirme a dos casos específicamente; Chile y Brasil. Ambos países fueron golpeados por gobiernos antidemocráticos, dictadores y populistas, que hicieron mella al aparato productivo de la nación. Pero por oportunidades del destino, lograron sentarse a diseñar un plan claro, con motivos y metas reales que tenían que ser revisadas constantemente. La Concertación Democrática (Chile) sirvió para unificar un país, concentrando a socialistas, demócratas cristianos y demás por un mismo fin, continuando constantemente con la planificación del país.
En Venezuela se siguió al mismo tiempo una línea militar comunista, que se quiso vender en una oportunidad como humanista, para luego denominarse socialista. Con una serie de slogans que lo que trajo fue más confusión. Para ello Chávez contó con amplia mayoría que aprobara Constituciones, leyes, planes y cualquier capricho que se le viniera en gana; todo con la finalidad de aspirar a un país mejor. Una nación que nunca había visto un gobierno de este estilo; esto se presentaba como la salvación del siglo XXI.
Sin embargo, el venezolano por naturaleza tiene mentalidad corta. Pero hay que hacer un ejercicio de memoria con aquellos que estaban en esa IV y que hoy están en la V, pasando trabajo y nunca vivieron eso. ¿Cuántos planes han fracasado en esta revolución bonita?, ¿Qué es de la vida del Plan Bolívar 2000?; ya son más de 20 planes de seguridad que se han implementado en los últimos 16 años. Y nada que resuelven, solo proliferó entre sus filas la mayor corrupción nunca antes vista por personeros gobierneros, que en su tiempo fueron verdes o blancos; asimismo de nuevos boliburgueses que hicieron del Socialismo un negocio lucrativo, como la reventa de cupos, contrabando o el famoso bachaqueo.
Sin propósitos, ni liderazgo, solo quedó un barco a la deriva sin timón y menos quien dirija a Venezuela a puerto seguro. Estamos con un futuro incierto sin propuestas y respuestas del heredero. ¡Es tiempo de cambiar, es tiempo de votar por una nueva AN.