Al dar dólares oficiales muy baratos a un tipo de cambio bajo, la reacción natural de los que pueden comprar esos dólares es utilizarlos para acumular activos externos
Ha surgido una nueva propuesta para desmontar el control de cambio, y consiste en hacerlo en el marco de un sistema de libre flotación de la moneda. Que deberá acompañarse de un plan de estabilización macroeconómica, que defienda el salario. Se afirma, que no representa ninguna amenaza para el país, puesto que no se tienen que utilizar reservas internacionales defendiendo el tipo de cambio. La convertibilidad cambiaria dentro de un régimen del tipo de cambio de libre flotación, es la mejor forma de defender los recursos del país que están en manos del Banco Central. Lo interesante de esta propuesta, es que no se gastan reservas internacionales defendiendo al tipo de cambio. El Banco Central podría subastar de forma transparente 100 millones de dólares diarios, donde la tasa sea fijada por el mercado.
En este momento, no se justifica en el país la aplicación del control de cambio, no se está evitando la fuga de capitales. Más bien, está generando incentivos muy fuertes para que esta fuga se produzca. Porque al dar dólares oficiales muy baratos a un tipo de cambio bajo, la reacción natural de los que pueden comprar esos dólares es utilizarlos para acumular activos externos. Mucho más, si esto se combina con una política de control de precios, que hace que la tasa de ganancia de un importador está limitada por la regulación, pero la tasa de ganancia de la fuga de capitales no está limitada.
Ante el falso dilema, del temor al levantamiento del control de cambio, que lleve a una mayor fuga de capitales, ocurre porque en muchas ocasiones en Venezuela se levanta el control de cambio y el Estado trata de mantener un tipo de cambio artificialmente bajo, porque le teme a la devaluación. Pudiendo tener unas autoridades monetarias y un Banco Central que intervenga fuertemente para limitar la devaluación y que pueda perder muchas reservas, pero al final se vuelve inevitable y los que compraron dólares baratos, mientras el Banco Central está defendiendo el tipo de cambio, terminan haciendo un gran negocio. Eso creemos.