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La violencia llegó al salón de clases en un colegio del sector Pomona. La víctima, Ana Sofía Rincón Boscán (16), una alumna del salón “Quinto B”. Uno de los compañeros de clases, de 15 años, llevó en su bolso un revólver, calibre 32, lo sacó para mostrárselo y le disparó en el pecho, informó la Policía.
La detonación retumbó en el salón y alarmó a los estudiantes. El cuerpo de Ana estaba en el piso ensangrentado. Un profesor le avisó a la directiva del plantel y ellos la llevaron en un carro particular al Seguro Social de Sabaneta, donde llegó sin vida.
Los oficiales del CPBEZ, PNB y Bomberos de Maracaibo llegaron a la institución para resguardar la escena mientras esperaban a los detectives de la Policía científica.
Los estudiantes permanecían en sus salones y notaban que los profesores corrían para todos lados, al llegar la hora del recreo no los dejaron salir y se alteraron. Muchos llamaron a sus padres para decirles: “Algo pasó en el colegio, no sé qué, pero no nos dejan salir del salón”.
Los representantes llegaron preocupados y colapsaron el frente de la institución. En la puerta, una de las profesoras llamaba por un micrófono a quien llegaban a buscar. Dejaban salir a todos, menos a los de quinto B.
Los niños salían y contaban: “Escuché un cohete y después nos encerraron”. Mientras que los alumnos de bachillerato corrían a llorar a los brazos de sus padres y les relataban que a una compañera le dispararon en el salón.
Suspenso
Uno a uno, los representantes preguntaban al portero qué había ocurrido. No creyeron sobre el asesinato de la estudiante. Murmuraban: “Cómo en un colegio tan estricto pudo pasar eso”.
Una de las madres criticó la presencia de los medios frente a la institución, pedía que se retiraran, el resto discutió con ella, alegaban que los padres eran responsables por no supervisarlos. “Dejamos a nuestros hijos confiados porque están dentro del colegio y pasa esto”.
Ninguna autoridad del liceo declaró. Luego de que vaciaron los salones le permitieron el ingreso a los padres y representantes de quinto B para que se reunieran con los directores y con la Policía científica.
Poco a poco salía el grupo, de último el joven implicado y otro chico que al revisar el morral también portaba una pistola con un chaleco de fiscal. Al acusado lo privaron de libertad temporalmente, hasta que termine la investigación.
Las autoridades
Biagio Parisi, secretario de Seguridad y Orden Público, informó que el revólver que usó el joven pertenece a su papá, se lo llevó escondido en el bolso. Este lo sacó para mostrarlo a sus compañeros y se le accionó accidentalmente, matando a una de las alumnas.
El crimen sí lo califican como homicidio, pero se deben evaluar todos los agravantes, aclaró Parisi. Presume que no debe ser la primera vez que manipulaba el arma, por el atrevimiento de llevarla al colegio, “significa que ha tenido acceso fácilmente a ella y probablemente la ha llevado a otros lugares”.